viernes, 24 de octubre de 2008

24 DE OCTUBRE: DÍA DE LA BIBLIOTECA



Donde hay una biblioteca hay una luz

ABRE LAS PUERTAS y entra. Entra en este espacio que aguarda por ti, en este ámbito donde cada palabra es un don que recibimos como regalo. Recorre todos los rincones de esta casa de la libertad, respira este aire que no sabe de fronteras, déjate llevar por la corriente de aromas que anuncia los tesoros de la biblioteca.

Estamos en un lugar especial, sería imposible confundirlo. Desde el cielo debe de verse como un punto de luz brillando con la intensidad mayor, como un aleph que contiene la memoria y los sueños de la humanidad. Una luz, sí. Una luz que ilumina como un faro entre las tinieblas, con el rítmico latido de un corazón inmenso que expande ondas de libertad y de esperanza por el territorio que la circunda.

Quizá podríamos seguir viviendo si nos faltara este aire que hace vibrar todas las células de nuestro cuerpo, quizá las personas continuaríamos con nuestra existencia rutinaria si no existiese la biblioteca, pero algún lugar decisivo quedaría vacío en nuestro corazón.

Nos faltaría la energía que nos hace desear una vida mejor, una ciudadanía más libre, una sociedad más justa. Nos dolería no escuchar la voz de las personas que sufrieron la historia y la de las que la sufren ahora mismo; sería insoportable oír solo las palabras de los que pretenden dirigir y controlar nuestras vidas.
Para que esto no suceda, abre las puertas y entra. Ábrelas siempre, todas las puertas, pues cada vez que lo haces te incorporas al río subterráneo que alimenta a la biblioteca, al torrente de libertad que la hace vivir y le da ánimos renovados.

ABRE LOS LIBROS y sumérgete en el agua de la vida que brota irreprimible desde sus páginas. Déjate arrastrar por el torbellino de voces, de lenguas, de olores, de paisajes. No olvides nunca la fascinación que experimentamos en los años de infancia, cuando se nos revela la dimensión mágica que tienen las palabras y descubrimos que las páginas de los libros pueden contener el mundo entero.

Como las campesinas que se afanan en la rebusca de espigas entre los surcos después de la siega, también los escritores recogen las palabras una a una y elaboran con ellas el pan humilde de sus textos. De este modo hacen que lleguen hasta nosotros, siempre nuevas y siempre sorprendentes, pues los libros poseen la insólita capacidad de revivir y reinventarse en cada nueva lectura.

Todas las personas necesitamos las historias, los sueños, las palabras, tal vez sea una característica inscrita en el ADN de la humanidad. Las necesitamos como el comer, como beber agua, claro que sí. Para entender el mundo y para entendernos a nosotros mismos, para soñar otros destinos, para celebrar los dones que la vida nos da. Sabemos que no podríamos vivir sin el aliento de la imaginación y de la creatividad, sin las palabras que expresan la variedad y la belleza de nuestros deseos y de nuestros sentimientos.

Por todo eso, abramos los libros. Ellos contienen los sueños, las pasiones, los miedos, los amores, las risas. En sus páginas habita la inmensa variedad de sentimientos y experiencias de la humanidad, de las personas que viven ahora en cualquier lugar del mundo y de las que desaparecieron hace muchos años. Los libros: ríos de palabras que se nos ofrecen con generosidad para ayudarnos a aprender el oficio de vivir, para cambiarnos la vida e implicarnos en la transformación del mundo.

DONDE HAY UNA BIBLIOTECA HAY UNA LUZ que atraviesa todos los muros, una luz que se hace más intensa cuando crecen las personas que la incorporan a sus vidas. Las mismas personas que, más tarde, al caminar por calles y plazas, llevarán con ellas el reflejo de esa luz, la semilla de ese mundo nuevo que algún día haremos crecer. Un mundo más solidario, más plural, más culto, más justo. Un mundo donde no se escuche la voz adormecedora de los poderosos, sino las palabras múltiples y diversas de todas las personas que habitamos esta casa común que es nuestro planeta.

AGUSTÍN FERNÁNDEZ PAZ

viernes, 1 de agosto de 2008

DONACIÓN DE LIBROS


No se piensen ustedes que no hay ubetenses a los que le interese una mejor Biblioteca Municipal. Muy cierto es que posiblemente ninguno de estos ubetenses que quieren una Biblioteca digna se sienten en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, pero no menos cierto es que hoy por hoy realizar actos en beneficio de la Biblioteca bien pudiera ser un acto de heroísmo civil y cívico. Más o menos este gesto heroico es el que ha realizado Dña. Antonia García Medina, que durante el pasado mes de julio ha formalizado la cesión a la Biblioteca “Juan Pasquau” de 1.700 libros de su propiedad. O sea, que gracias a la generosidad de esta ciudadana la Biblioteca Pública tiene un buen pellizco más de libros. El problema, sin embargo, sigue siendo el mismo, o sea, el de siempre: ¿dónde meter estos libros? Esa pregunta, un día más, sigue sin respuesta porque mucho nos tememos que por más que a Dña. Antonia le hubiera gustado ceder libros y metros cuadrados para ampliar la Biblioteca, disponer sólo disponía de libros. Los que disponen de los metros siguen dejándolos para uso y disfrute de actividades que parecen infinitamente más importantes que una Biblioteca Pública.

Sea lo que sea, conste aquí el agradecimiento de los Amigos de la Biblioteca de Úbeda a Dña. Antonia García Medina. Ojalá su amor a la Biblioteca se contagiase a los rectores de la política municipal.

martes, 22 de julio de 2008

EN SOLIDARIDAD CON EL PERSONAL MUNICIPAL



Nos remiten por correo electrónico copias de los documentos filtrados esta mañana en el Ayuntamiento y rápidamente fotocopiados por las oficinas. Son los documentos que muestran la última Valoración de Puestos de Trabajo realizada para con el personal municipal. En ella, tanto el personal del Archivo Municipal como de la Biblioteca Pública como el personal del conjunto del área de cultura (Negociado de Cultura, Universidad Popular, Escuela de Música) sale muy mal tratado. Tanto, que abiertamente nos hablan de humillación y escarnio sobre sus personas: son ellos con su trabajo los que ejemplifican y dan vida a la actividad cultural más diversa en nuestra ciudad, y el desprecio que sus personas y sus puestos sufren es un desprecio a toda la cultura de la ciudad.

Por eso, de este cuaderno dedicado a la Biblioteca “Juan Pasquau”, los Amigos de la Biblioteca de Úbeda queremos mostrar nuestra pública solidaridad con el conjunto de empleados municipales que a partir de hoy se sienten menospreciados y humillados y, de manera muy especial, con el personal dedicado a que la cultura en Úbeda sea un frágil realidad. Sobre todo nos solidarizamos con ese personal del Archivo y de la Biblioteca: con su jefe, que pese a los impagables servicios que desde hace muchos años ha realizado para con esta ciudad en general y que superan con mucho sus obligaciones laborales, ha visto como su valoración se pulverizaba por no sabemos qué afanes de venganza; con Vicente y con Juan y con Pepa y con Diego y con Pedro, empleados todos ellos adscritos al Archivo Municipal y a la Biblioteca, que tras esta infamia ven como su trabajo se valora de manera similar al de los peones de albañil. Ya sabemos, pues, porque la Biblioteca Pública gime en medio de las penalidades en que gime: porque ni ella ni quienes en ella trabaja merecen más consideración laboral que los peones de albañil.

P.D. Queremos dejar claro que el trabajo de peón de albañil nos parece dignísimo, absolutamente respetable. No es contra ellos este lamento, sino contra la Corporación Municipal que ha consentido la barbaridad que desde hoy se fotocopia en las dependencias municipales.

miércoles, 9 de julio de 2008

REIVINDICANDO A RAMÓN QUESADA CONSUEGRA


Hace pocas fechas que el Diario Jaén rindió un merecido homenaje al ubetense Ramón Quesada Consuegra por sus cincuenta años ininterrumpidos como Colaborador del Diario.

Este periódico provincial ha editado un libro titulado 100 artículos, 50 años en el que se recogen 50 de los más de 3.000 artículos publicados por el bueno de D. Ramón, incluido el primero –“Sinfonía de paz”, que vio la luz el 12 de julio de 1957, con el seudónimo de Ramón de Alba– y finalizando con otro publicado el 18 de febrero del pasado año –“La mitad de un siglo”– en el que hace un breve repaso a su periplo por el periódico provincial en estos cincuenta años.

Dicho esto, podría parecer que se trata de un libro más, escrito por un ubetense más; pero en este caso no es así. Ramón Quesada Consuegra es un singularísimo caso de escritor vocacional, quizás sin parangón en la prensa nacional. Ramón ha visto cómo ha ido evolucionando el Diario Jaén, tanto en su formato como en su presentación, pasando del blanco y negro al sepia y al color; ha visto pasar toda un pléyade de redactores, impresores y directores y él ha estado ahí –testigo mudo del devenir interno de un rotativo– deleitándonos con sus artículos de la actualidad más viva y con sus más líricas escenas costumbristas. Cincuenta años –ya son más, pues sigue en activo– aportando colaboraciones altruistamente a un mismo medio; es, como he dicho, posiblemente el único caso en el periodismo español, por eso es justo que en su ciudad natal también se le deba dedicar un sencillo homenaje; sencillo como él mismo, que huye de toda ostentación; pero merecido, sin lugar a dudas.

Recordemos que Ramón Quesada Consuegra consiguió el Premio de Periodismo "Ciudad de Úbeda" en 1999, y un año antes, el propio Diario Jaén –en La Carolina– lo galardonó como Colaborador más veterano.

Así pues, desde este artículo de opinión pedimos a quien corresponda, que se muevan los hilos necesarios para que el libro 100 artículos, 50 años sea presentado en Úbeda y el querido y admirado Ramón sea ensalzado como se merece, "por ser de justicia que demandan y esperan conseguir sus amigos en la ciudad de Úbeda..."

Diego de la Cruz

miércoles, 2 de julio de 2008

CONCENTRACIÓN A FAVOR DE SANTA MARÍA



Un grupo de ubetenses ha convocado a través del foro cofrade de la web cruzdeguia una concentración para el próximo sábado día 5 de julio a las 21:00 horas. La concentración ciudadana tendrá lugar delante de la Puerta de la Consolada de la Iglesia de Santa María, y el motivo de la misma es expresar la consternación de los ubetenses por el hecho de que 25 años después de su cierre, destrucción y reinvención, aún no haya fijada una fecha para que la antigua colegiata le sea devuelta al pueblo de Úbeda, aunque la iglesia que se abra nada tenga que ver con la que se cerró en 1983. Para conmemorar la iniciativa, los cofrades ubetenses proponen que acudamos con 25 velas (una por cada año que dura el drama de Santa María), que serán encendidas tras la lectura de un manifiesto.


Desde este espacio dedicado a la Biblioteca queremos apoyar la iniciativa de este grupo de ciudadanos y animamos a nuestros lectores a que, con sus 25 velas, se personen la tarde del sábado en la puerta de la Consolada, haciendo gala de un coraje civil tan escaso en nuestra ciudad.

lunes, 23 de junio de 2008

EN DEFENSA DE LA LENGUA CASTELLANA



Carmen Iglesias, Jose Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Antonio González Troyano, Antonio Lastra, Mario Vargas Llosa, Fernando Sosa Wagner, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José María Ruiz Soroa y Fernando Savater son un grupo de escritores, filósofos o profesores que resumen lo mejor del pensamiento político español actual, en todas sus vertientes. En este grupo los hay progresistas, conservadores, liberales, socialdemócratas… muchos de ellos son miembros activos de UPD y otros, sencillamente, personas comprometidas con su tiempo y con su país, que es España. Pues bien: hoy, todos ellos, han hecho público un “Manifiesto en defensa de la lengua común”, que no es otra que el español o lengua castellana. Quieren denunciar, así, el acoso a que se ven sometidos los castellanoparlantes en algunas comunidades autónomas españolas en las que los partidos nacionalistas reinantes sueñan con construir espacios puros para la pura comunidad nacional.

En el siguiente enlace pueden consultar el texto completo del Manifiesto:

http://estaticos.elmundo.es/documentos/2008/06/22/manifiesto.pdf

Por la importancia y oportunidad que hoy en día tiene esta defensa sin complejos del más rico elemento del patrimonio cultural de los españoles, que no es otro que nuestra lengua común (tan vilipendiada por los nacionalistas que la persiguen como por las miembras del Gobierno que se basan en la autoridad de Chiquito de la Calzada para reírse de ella) hemos creído oportuno difundir en la medida de nuestras posibilidades este Manifiesto. Les invitamos a que lo lean y a que, si lo estiman oportuno, lo suscriban en:

jueves, 19 de junio de 2008

BOSQUEJO BIOGRÁFICO DE DON BELTRÁN DE LA CUEVA



Queremos hacernos eco en este blog de la inminente publicación por parte de la Editorial "El Olivo" del libro titulado «Bosquejo biográfico de Don Beltrán de la Cueva», que no había sido reeditado desde que viera la luz en 1881. Y ello pese a ser un instrumento imprescindible para adentrarse en la vida y hechos de este singular ubetense del siglo XV, cuya actividad vital y política en aquel momento fue particularmente relevante para el curso de los acontecimientos.

Su autor, D. Antonio Rodríguez Villa (Madrid, 1843-1912), colaboró con Cánovas en la redacción de la Constitución de 1876 como asesor y junto con Pascual Gayangos redactó el catálogo de manuscritos españoles del Museo Británico. Miembro de la Real Academia de la Historia desde 1893 y su bibliotecario vitalicio a partir de 1910, cuenta en su haber con más de treinta monografías publicadas, muchas de ellas de carácter biográfico y en las que predomina una importante aportación de fuentes documentales.

Con esta edición, la Editorial El Olivo de Úbeda inaugura una colección que, bajo la denominación de «Real Viejo», pretende aglutinar una serie coherente de trabajos y monografías, en unos casos reediciones y en la mayoría obras de nueva factura, básicos para el conocimiento de una parte significativa de la cultura ubetense, andaluza y española. Para ello cuenta con la colaboración directa de la Asociación Cultural Ubetense «Afredo Cazabán Laguna», que durante casi veinte años viene desempeñando una importante tarea de recopilación y edición de fuentes documentales y bibliográficas. Sin duda, la puesta en marcha de esta colección es una extraordinaria noticia para una ciudad como Úbeda, que adolece gravemente de un trabajo cultural serio sobre todo en lo referido a la materia de los libros. El hecho de que los hombres de la Asociación "Alfredo Cazabán" estén detrás de este importantísimo proyecto garantiza la calidad de las obras que la colección se publique. Sólo falta que tan importante apuesta encuentre eco entre la ciudadanía.

La edición de la obra ha corrido a cargo de Antonio Almagro García y Ramón Beltrán Almazán, dos de los socios fundadores de la Asociación “Alfredo Cazabán”.

viernes, 13 de junio de 2008

NUEVA VISITA A SANTA MARÍA



Dentro de las actividades organizadas por el Museo Arqueológico de Úbeda, mañana sábado día 14, a las 11,30 horas, tendrá lugar una nueva visita a la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. Será la segunda visita en apenas unas semanas, nuevamente guiada por el profesor e historiador Antonio Almagro García. La realizada durante el mes de abril fue un éxito sin precedentes: cientos de personas abarrotaron el malogrado templo para escuchar, de boca de Antonio Almagro, no sólo la fascinante historia de esta iglesia que encierra algunos de los mejores recuerdos de la ciudad sino las verdades del barquero que nadie se atreve a decir con respecto a las obras de "restauración" que viene padeciendo desde 1983.

Antonio Almagro ha dedicado muchos años de su vida a investigar y estudiar la que fuera Colegiata de la ciudad y es, hoy por hoy, la persona que mejor la conoce. Por eso, cualquier persona interesada en conocer lo más íntimos detalles de este templo o bien compra el libro que Almagro publicó sobre él (reeditado por El Olivo hace un par de años) o asiste mañana a esta interesante visita, en la que escuchará sobre el terreno las explicaciones y las quejas.

Para los que nos lean desde fuera de Úbeda y no tengan ni idea de lo ocurrido en Santa María, les diremos que en 1983 fue cerrada al culto para acometer unas obras de restauración, que tuvo la desgracia de que las competencias de Cultura fuesen entonces transferidas a la Junta de Andalucía, que no dudó en encargar la obra al arquitecto Isicio Ruiz de Albusac (de infausta memoria), arquitecto éste que procedió a la destrucción del templo; que luego y a la vista del desastre las obras fueron encargadas al arquitecto Enrique Venegas, arquitecto éste que procedió a la destrucción de alguna de las partes del templo que se habían salvado de la furia de Ruiz de Albusac y que se inventó una iglesia nueva que absolutamente nada tiene que ver con la que se cerrara en 1983; que después de 25 años cerrada y tras haberse anunciado su "inminente apertura" en cada una de las campañas electorales que en Úbeda han sido desde mediados los noventa, todavía se desconoce cuándo se abrirá al culto lo que antaño fuera Santa María... Y, le diremos, por último, a los que nos lean desde fuera, que el pueblo de Úbeda ha asistido, cómplice y silencioso durante todos estos años, al atentado cometido contra su templo más querido.

martes, 10 de junio de 2008

HOMENAJE A JUAN PASQUAU



Se cumplen hoy treinta años de la muerte en Madrid de Juan Pasquau Guerrero, que había nacido el 21 de abril de 1918 en el seno de una familia de rancio abolengo y de gran tradición política (su padre, su abuelo y varios familiares suyos más fueron alcaldes de la ciudad), muy querida entre los ubetenses. Baste recordar en este sentido que su abuelo Antonio Pasquau y González de Castañeda, siendo alcalde de la ciudad en la última gran epidemia de cólera del siglo XIX, vendió todos sus bienes para paliar la miseria y el hambre de las clases populares; en recuerdo de este gesto se puso su nombre a la calle Trinidad (que oficialmente sigue llevando el nombre de tan ilustre alcalde, pues nadie lo ha cambiado posteriormente) y se acordó que su retrato presidiera el Salón de Plenos del Ayuntamiento, acuerdo que nunca se cumplió.

La labor cultural, literaria, filosófica y educativa de Juan Pasquau es ingente.

Dedicó su vida profesional al magisterio, cuyos estudios realizó por libre, implicándose personal y familiarmente en esa aventura educativa y cultural que fueron las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia. Luego aprobó las oposiciones al Cuerpo Nacional de Directores Escolares, y desde entonces dirigió varios Colegios en Úbeda. Fue profesor en la Escuela Universitaria de Magisterio y en la Escuela de Artes y Oficios de Ubeda. En artículos, conferencias y pequeños ensayos plasmó su personal concepción de la enseñanza y la educación En reconocimiento a sus méritos profesionales en el ámbito de la enseñanza recibió en 1977 la Cruz de Alfonso X El Sabio.

Fue también Director de la Biblioteca y del Archivo Municipal de Ubeda durante muchos años.

En el ámbito literario, Juan Pasquau puede considerarse legítimamente entre los mejores y más fecundos articulistas de su época a nivel nacional. Fue colaborador asiduo de los diarios “Jaén” (al que estuvo vinculado desde sus comienzos literarios, en 1941), ABC de Madrid (desde 1958) e “Ideal” de Granada (desde 1972). Más esporádicamente colaboró en otras muchas publicaciones, como “YA” de Madrid, ABC de Sevilla, “Ideal Gallego” de La Coruña, “El Norte de Castilla” de Valladolid, etc. Fundó la Revista literaria mensual “VBEDA”, de la que fue director y principal suministrador de contenidos durante 18 años, hasta su extinción. En dicha revista queda reflejada una valiosa crónica de la vida cultural y social de una pequeña ciudad en la España de los años 50 y 60 y sigue siendo la empresa cultural más ambiciosa y fecunda que ha tenido lugar en Úbeda en los últimos cien años.

Sus artículos –no se ha hecho un recuento exacto, pero podría darse una cifra aproximada de unos 2.000 publicados– abordan temas de todo género; literarios, pensamiento y opinión, crónicas, viajes, arte, religión, política, filosofía, pedagogía, vida cultural, espectáculos, costumbres, historia, libros, semblanzas personales, etc. Es de destacar la cantidad de artículos y trabajos referidos a la ciudad de Úbeda: en el libro “Biografía de Úbeda”, en la revista “VBEDA” y en numerosísimos artículos de prensa construyó una manera de pensar y concebir a Úbeda que hoy, treinta años después de su muerte, sigue vigente. En cierto modo, puede decirse Ubeda se ha esforzado en parecerse a como la concebía Juan Pasquau Guerrero.

Al margen de los artículos de prensa, en vida publicó las siguientes obras: como Biografía de Ubeda (1958), 1ª edición, Polvo iluminado (1948) (recopilación de artículos), Dos temas de Ubeda (1970), Cazabán, vigente (1972) (separata), Úbeda, Ciudad del Renacimiento Andaluz (1975), Cobos, Secretario del Emperador, Reseña de Ubeda (1971).

Como obras póstumas se han publicado Biografía de Ubeda (2ª edición) (1984), Temas de Jaén (1980), A la busca del hombre perdido (1987), Tiempo ganado (1988), Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia: memoria de una época (2006).

Juan Pasquau, además de extraordinario escritor y pensador de talla, fue un hombre comprometido con la sociedad de su tiempo. Y eso se trasluce no sólo en sus muchos artículos sino también en los cargos que desempeñó a lo largo de su fecunda vida. Así, podemos destacar que fue Consejero de número del Instituto de Estudios Gienenses desde su fundación (1952), y Presidente de su Sección de Publicaciones; Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid (desde 1971); Cronista Oficial de Ubeda (desde 1968); miembro fundador del Instituto de Estudios Sanjuanistas de Ubeda; miembro de la Comisión asesora del Ministerio de Educación y Ciencia de Jaén; y Concejal del Excmo. Ayuntamiento de Ubeda desde 1960 a 1967.

Una vida tan generosa se vio recompensada con distinciones y reconocimientos como la Cruz de Alfonso X El Sabio en reconocimiento a sus méritos en la enseñanza (1977), el título de Hijo Predilecto de Ubeda (1970), la Medalla de Plata de la ciudad de Úbeda (1978) y varias decenas de premios literarios, entre los que destacan el Premio “Olivo de Oro”, en su edición de 1971, el Primer Premio Nacional Literario, por un artículo publicado en “ABC” (1962), el Premio Nacional de Periodismo de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas (1963) o Premio extraordinario “Cronista Cazabán”, del Instituto de Estudios Giennenses (1972).

Hoy se cumplen treinta años de su muerte. En los primeros años Juan Pasquau obtuvo el reconocimiento de su ciudad y de sus gentes, que se plasmaron en varias iniciativas: la Biblioteca Municipal, un Colegio de Enseñanza y una calle llevan su nombre; y por suscripción popular se encargó al escultor Juan Luis Vasallo un busto de su figura que se instaló en Ubeda. Treinta años después, todavía no se ha abordado los más importantes reconocimiento y homenaje que puede hacerse a tan gran hombre como fue Juan Pasquau: dignificar la Biblioteca que lleva su nombre y a la que tantas horas dedicó y publicar su obra completa.

Por nuestra parte, sirva esta pequeña semblanza como homenaje de la Biblioteca Pública a uno de los más grandes hombres de la historia de Úbeda.

lunes, 9 de junio de 2008

NO MOLESTAR: ESTAMOS TACONEANDO



El mes de junio aumenta, hasta lo indecible, la lista de padecimientos de la Biblioteca Municipal de Úbeda. Ayer comenzaron los fines de curso de las escuelas de danza de la ciudad, negocios privados a los que el Ayuntamiento da toda clase de facilidades para poder desarrollar sus negocios en el Hospital de Santiago, aún a costa de perjudicar seriamente la prestación de servicios públicos. Ocurre año tras año y éste que nos ocupa no iba a ser menos por ser bisiesto: a partir de esta semana, el Hospital de Santiago se cerrará algunas tardes a la ciudadanía para que las gerentes de las escuelas de danza puedan desarrollar sus lucrativas y ruidosas actividades. Y así, las puertas del Hospital del Obispo Cobos sólo se abrirán para aquellos que paguen las entradas que ponen a la venta las escuelas de danza, que incluso pueden instalar barras en el patio, tal y como ha ocurrido otras veces. De barrerlo y limpiarlo, claro está, se ocupa luego el personal municipal.

De todos los servicios municipales que se prestan en el Hospital de Santiago el más perjudicado es, sin duda, la Biblioteca Pública. Ya durante todo el año sus miles de usuarios tienen que soportar los taconeos que la mal llamada Escuela Municipal de Danza (se llama “municipal” pero es un negocio absolutamente privado) realiza en una sala que la Caja de Granada subvencionó para sala de exposiciones y que ya forma parte de la mayor honra y gloria de la escuela de danza. Esta sala está casi encima de la Biblioteca. Pero será en junio, cuando más usuarios utilizan las pésimas instalaciones de la Biblioteca (estudiantes, opositores), cuando la cultura danzante se cebe especialmente con los pacíficos ciudadanos que acuden a la Biblioteca: los obligarán a entrar y salir, como furtivos o delincuentes, por las puertas traseras y los corrales del Hospital de Santiago y amenizarán su intento de estudiar con el estruendo de sevillanas, jotas y otros menesteres propios de los coros y danzas que se habrán instalado, con toda clase de facilidades, en el patio noble del Hospital de Santiago. Como diría Murphy, las escuelas de taconeo siempre taconean al lado de la biblioteca.

viernes, 6 de junio de 2008

AMONTONADOS



Como cada año, cuando se aproximan los exámenes de junio la Biblioteca revienta. Literalmente revienta de ciudadanos que hacen uso de sus patéticas instalaciones: lo de patético lo comprobarán cuando apriete la calor y se tengan que abrir las ventanas para que los usuarios no mueran asfixiados, al precio, eso sí, de deleitarse con la música de los cientos de vehículos que sólo dejan de pasar por delante de la asfaltada lonja del Hospital de Santiago cuando hay conciertos (para gente fina) en el patio central. Mientras tanto (y a la espera de que lleguen los días plenos de cultura en que las escuelas de danza de la ciudad toman el Hospital de Santiago) adolescentes machacados por la LOGSE, bachilleres en puertas de la Selectividad, universitarios que todavía piensan que tras el título les espera un futuro mejor y varios opositores siguen amontonándose alrededor de las viejas mesas de la Biblioteca.

Puede que nadie se preocupe de arreglar este espacio que debiera ser sagrado, porque allí se va a estudiar y a leer, porque allí hay silencio o, como mucho, la algarabía propia de una edad en la que está intacta la esperanza. Tendremos que esperar a que los ciudadanos ilustrados que visitan cada día la Biblioteca paseen corbatas y visones o taconeen sobre las mesas donde ahora apoyan los codos, para que se dignifique la Biblioteca.

martes, 3 de junio de 2008

LA BIBLIOTECA CONFINADA



Al leer la breve historia que este cuaderno hace de la Biblioteca Pública Municipal de Úbeda, que algún día habría que completar hasta donde los rastros documentales y testimoniales lo permitiesen, pasamos por alto que cuando hablamos de la Biblioteca y sus relaciones con los usuarios no siempre estamos hablando de lo mismo. Resulta fácil comparar términos equivalentes.

Por ejemplo, cuando en 1951 el recordado D. José Molina Hipólito (entonces Bibliotecario Municipal) manifiesta en la Revista Vbeda a Don Juan Pasquau, transmutado en Anselmo de Esponera, que la Biblioteca cuenta con 1 903 obras y un total de 2 510 tomos, nos sentimos capaces de emitir un juicio de valor contrastando, en términos simplemente numéricos, aquella realidad con la actual.

Nos parecerán acaso pocos los títulos a disposición de los lectores. Sin duda lo eran. Sin embargo Molina Hipólito, cuya tarea como Bibliotecario Municipal ha sido poco o nada reconocida pero a quien debemos la reorganización de la Biblioteca desde 1944 hasta aquel desgraciado marzo de 1953, da la cifra con cierta satisfacción. Y no nos dejemos engañar, él había conseguido dar a la Biblioteca una vida tan funcional y acogedora como en los penosos tiempos de la postguerra era posible. Para las circunstancias de la época su orgullo era legítimo. De espléndida la califica Juan Pasquau en aquel momento.

La Biblioteca en tiempos de Pepe Molina no había dejado de ser la Biblioteca Popular que se creara en 1927, pese a desenvolverse en una sociedad controlada por un régimen totalitario y cruel. Y, como en la Biblioteca Popular, el bibliotecario estaba obligado a permanecer en la sala durante todo el horario de lectura. Chocante obligación, aunque evidente, por cuanto parece confundir los conceptos y circunscribir al periodo de apertura de la biblioteca la posibilidad de la lectura. Pero no había confusión alguna. Era rigurosamente así. Estaba terminantemente prohibido que los libros saliesen del centro; la sala de lectura era el único lugar donde podían ser utilizados.

Para llegar a la biblioteca circulante, la que presta los libros a los usuarios para que se los lleven a casa, hubo que esperar un poco más.

En enero de 1954, el también recordado Antonio Parra, como nuevo bibliotecario municipal, firmaba en los números 49 y 50 de la Revista Vbeda una "Memoria de la Biblioteca Pública Municipal" en la que afirmaba, por primera vez en nuestra ciudad, que "la Biblioteca no termina en el salón, que la biblioteca moderna no debe ser un simple almacén de libros sino un centro activo y aun ofensivo de la cultura". Se refería, por si alguien pensaba otra cosa, a que "debe convertirse en circulante, buscando al lector en su propio domicilio". Debe prestar los libros fuera de sus instalaciones. Porque, si en la época del inefable Pepe Molina el mayor enemigo de la lectura era el analfabetismo, en la nueva etapa inaugurada por Antonio Parra se estimaba como mayor dificultad la imposiblidad de leer en la bilioteca para muchos vecinos "por incompatibilidad de sus respectivos trabajos".

De este modo, a la etapa de nuestra Biblioteca de la segunda mitad de los años 50 le debemos su carácter circulante, esto es, que los libros sean prestados para ser leídos o consultados fuera de la sala. Con las iniciativas del nuevo Bibliotecario, comienza una nueva etapa de la que alguna vez habrá que hablar. Quizás no sea ahora el momento.

Quiero destacar algo de aquella biblioteca confinada en su elegante salón del Palacio Municipal, una característica que le transmitió Molina Hipólito, algo que marcó la esencia de nuestra Biblioteca y que ha llegado hasta nosotros. Pasados los años cruzo el abigarrado y revenido espacio de la sala que ocupa en el Hospital de Santiago y la reconozco, como reconocemos en los hijos la infancia de nuestros padres. La imagen que acude a mi memoria poco tiene que ver con el carácter circulante o no de la colección. Ni con la ratio de libros por habitante, los puntos de lectura o el horario. Desde la autoridad que le confiere la distancia de más de cincuenta años nos lo recuerda Anselmo de Esponera: «... al entrar en la Biblioteca, que se encuentra en el Palacio Municipal, nos ha recibido la sonrisa - siempre cordial- de Pepe Molina. Porque este es el primer "confort" (valga por una vez el extranjerismo) que se encuentra al penetrar en la Biblioteca ...».

jueves, 29 de mayo de 2008

ENTREVISTA A GARCÍA MÁRQUEZ



Por su interés, les ofrecemos la posibilidad de escuchar la interesantísima y larga entrevista que allá por 1996 (poco después de la publicación de Noticia de un secuestro) le hizo Iñaki Gabilondo a Gabriel García Márquez. Sin duda es un placer escuchar al Premio Nobel de Literatura reflexionar sobre su vida y su obra y sobre su condición de escritor. Y esta entrevista cobra más interés ahora que se ha anunciado que el año próximo saldrá a la luz la nueva novela del más ilustre residente de Macondo. Por eso hemos creído interesante ofrecérsela aquí a los ciudadanos que quieren a la Biblioteca de Úbeda.


lunes, 26 de mayo de 2008

CONFERENCIA DE TORAL PEÑARANDA



El próximo jueves 29 de mayo, a las 20:30 horas y en el Hospital de Santiago, tendrá lugar un acto de los que verdaderamente podemos denominar como culturales. Por su calado y por su importancia. Se trata de la conferencia que pronunciará el prestigioso investigador Enrique Toral Peñaranda, don Enrique, como es conocido afectuosamente entre los estudiosos e investigadores.

Toral Peñaranda no es persona nueva en nuestra ciudad. Madrileño de nacimiento y residencia ha sido funcionario del Ministerio de Justicia, donde desarrolló una brillante carrera y en el que ocupó puestos de gran relevancia. Gran admirador de Úbeda desde que en 1946 la visitara por primera vez, le ha dedicado a nuestra ciudad una parte importante de su producción científica como investigador histórico y genealogista. Su relación con Jaén no ha quedado reducida a Úbeda y se cuentan por decenas los artículos y libros dedicados a los más variopintos temas históricos jiennenses. Baste para acreditar su relación con Jaén, la presencia constante que su obra científica ha tenido en el Boletín del Instituto de Estudios Gienneses.

A sus reconocida autoridad como historiador y genealogista, añade una calidad humana y una generosidad excepcionales, pues a sus aportaciones intelectuales hay que añadir un apoyo material continuo a muchas iniciativas culturales. Asiduo colaborador de la mayoría de las publicaciones provinciales, sus artículos se han derramado también en las páginas de Ibiut y sus estudios sobre Úbeda han conseguido desentrañar momentos significativos de nuestra historia. Su "Úbeda 1442-1510", agotada desde hace ya demasiados años, constituye una fuente fundamental para el conocimiento de la ciudad en este periodo a caballo entra la Edad Media y la Moderna.

Con la conferencia que pronunciará el próximo jueves, el octogenario investigador regresa públicamente a Úbeda, ciudad que asidua, privada y silenciosamente nunca ha dejado de visitar en los últimos sesenta años. En ella tuvo alguno de sus grandes amigos y la conferencia que ahora nos dedique, posiblemente, será en homenaje a todos ellos.

La visita a nuestra ciudad de Toral Peñaranda, así como la conferencia que pronunciará, han sido organizadas gracias al buen hacer de la Asociación Cultural «Enrique Toral y Pilar Soler» y de la Biblioteca Municipal de Úbeda.

viernes, 23 de mayo de 2008

NUEVA OBRA DE AURELIO VALLADARES





En 1992 la Asociación Cultural “Alfredo Cazabán Laguna”, con la colaboración del Patronato Municipal de Cultura, sacaba a la calle la monumental obra Temas y autores de Úbeda. Ensayo bibliográfico, del profesor Aurelio Valladares Reguero. Se trató de un gran libro en el que Valladares recogía, en 630 páginas y a través de 2.961 entradas, una amplia información tanto de los autores que a lo largo de la historia han escrito en relación con nuestra ciudad como de los variados temas que han tratado.

Ahora, el Instituto de Estudios Giennenses ha publicado una segunda edición (aumentada, corregida y actualizada) de la obra del profesor Valladares. Esta segunda edición convierte a Temas y autores de Úbeda en un libro vastísimo que se convertirá en referente obligado para cualquier investigación que a partir de ahora quiera hacerse con respecto a Úbeda. En esta nueva edición las páginas han aumentado hasta las 1552 (¡más del doble que en 1992!) y las entradas pasan a ser 10.350, lo que triplica sobradamente el número anterior. Este aumento material de la obra nos da una idea del ímprobo trabajo de investigación que ha realizado Aurelio Valladares y, definitivamente, consolida su obra investigadora como una de las más fecundas, importantes y provechosas que se han realizado en nuestra ciudad en mucho tiempo.

El júbilo que el mundo de la cultura ubetense tiene que sentir con esta nueva edición del libro de Aurelio Valladares nos lleva a realizar dos reflexiones.

La primera es relativa a las futuras actualizaciones de la obra. Parece probable que el autor no vuelva a acometer una empresa de las características de ésta, tan laboriosa. Pero sería una verdadera pena que el trabajo al que Valladares ha dedicado tantos años se paralizase en este punto. Ahora, las modernas tecnologías permiten crear un archivo permanente sobre los temas y autores de Úbeda que, tomando como base el ineludible trabajo de Valladares, podría ser actualizado periódicamente. Se construiría así una herramienta de trabajo potentísima y permanentemente actualizada.

Falta, claro, la infraestructura suficiente para realizar esta tarea. En este momento tan sólo la Asociación Cultural “Alfredo Cazabán Laguna” podría acometer esta empresa, pero para ello necesita algo que a buen seguro no va a llegar: ayuda municipal.

Esto nos lleva a la segunda reflexión que provoca en nosotros la edición del libro de Aurelio Valladares: la triste ausencia de un servicio de publicaciones en el Ayuntamiento de Úbeda. Mientras la ciudad vive un periodo rico y fecundo en lo relativo a potenciales autores literarios o científicos, el Ayuntamiento no es capaz de sentar una bases sólidas que apoyen la publicación de obras que puedan resultar interesantes para una mejor cultura de la ciudad. Publicaciones como IBIUT o las que periódicamente editan las cofradías dan cabida a esta nueva hornada de investigadores, pero es necesaria la implicación municipal para sistematizar esa labor y para poner a disposición de la ciudadanía libros sobre los muchos temas ubetenses que están dando lugar a publicaciones e investigaciones en la actualidad.

En cualquier caso, y más allá de estas consideraciones, la edición de un libro como el de Aurelio Valladares Reguero nos causa profunda alegría. Esperemos que no caiga en saco roto el trabajo de este ubetense de adopción.

miércoles, 14 de mayo de 2008

LA BIBLIOTECA DE vbeda.com


Siguiendo con la encomiable labor cultural que viene realizando la Asociación Cultural "Alfredo Cazabán Laguna", vuelve a enriquecerse la Biblioteca de la web vbeda.com. La creación de esta Biblioteca dentro de una web es, sin duda, la empresa cultural más importante que se ha realizado en Úbeda en los últimos años.

Allí pueden encontrarse en su integridad la revista IBIUT o la ingente obra de Ginés Torres Navarrete. En las últimas semanas este espacio se ha visto enriquecido con números de la revista CÓDICE o con la última publicación de Juan Barranco o los dibujos de Antonio Millán. Se incluye también uno de los números de EL IDEAL CONSERVADOR, una publicación de finales del siglo XIX de difícil acceso que, gracias al trabajo de esta asociación, ya puede consultarse en internet. Igualmente se está preparando la edición digital de la mítica revista VBEDA, que dirigiera Juan Pasquau, que se incluirá en la Biblioteca de vbeda.com en cuanto se solventen algunos problemas técnicos que está planteando el escaneo de determinados números.

El trabajo desarrollado por la Asociación "Alfredo Cazabán" demuestra dos cosas importantes: primero, que no hay cultura si no la palabra, la literatura, el libro, no ocupan el centro de la política o de la gestión o de la mera preocupación cultural; segundo, que siendo la palabra lo más que más vale de la cultura es lo más barato –por ser lo menos vistoso–. Muchas veces el trabajo cultural realizado en torno a la palabra y a la creación literaria en toda su extensión es un trabajo como el de esta Asociación, sordo y solitario y silencioso; por ello la palabra –la literatura, los libros: la Biblioteca– sigue siendo la gran olvidada en nuestra ciudad, porque no da brillo ni postín.

jueves, 8 de mayo de 2008

EXTRACTO DE UN ARTÍCULO DE JUAN PASQUAU



LA BIBLIOTECA, ÓRGANO DE CRECIMIENTO

(Premiado en concurso convocado en el B.O.E. de 10 de abril 1963,
con motivo de la Fiesta del Libro)

(…)

Otra cosa es el libro. La independencia del libro nos garantiza un escapismo. El único posible ahora... Su compañía, sigue siendo la mejor para pensar, para desprendernos de lo accidental en busca de lo esencial, para elevarnos de la anécdota a la categoría.

El libro no está regido por el ambiente; sorbe su sustancia, no de la circunstancia, sino de la entraña del autor. Y hay libros de todas las latitudes geográficas y de todas las latitudes del tiempo. Un libro es, siempre, un trozo de fervor insoluble, inatacable. Es ciencia, o historia, o literatura; pero, en cualquier caso, articula ideas y formula vivencias que permanecen, que no están sujetas a la versatilidad atmosférica. Son afirmaciones las suyas al margen del clima. Están ahí los libros, en los estantes, postulando en su quietud, creencias, verdades, pasiones que no devoran los siglos. Son tiendas para el refugio: habitáculos del alma que un día, rebelde, a su localización forzosa, quiere salir a pasear. Las páginas impresas, ¿no semejan continuadas avenidas para el lento deambular silencioso de la conciencia, parques acotados para el libre juego de la inteligencia, paisajes luminosos que asombran por su heterogénea riqueza, por su valiente orografía épica, lógica o lírica? Traen la voz olvidada de los muertos.

Todavía los libros son, gracias a Dios, insustituibles. Cuando se habla de elevar el nivel cultural de los pueblos y se postula en pro de su adelanto espiritual y material, hay que apelar a ellos como instrumentos de cultura, capaces de inyectar inquietud, sabiduría, sensibilidad. Su efecto estimulante es profundo. Diríase que otros instrumentos de cultura operan de una manera subcutánea; sólo el libro inocula vigor y trascendencia en las estructuras recónditas del alma.

(…) En el recinto de la biblioteca, los hombres aprenden su oficio de hombres porque ella es el taller que pule y afina idearios y normas, que otorga enseñanzas y regala al espíritu belleza. Nada de espectacular hay en la biblioteca donde todo es silencio y en la que los libros, sin reclamo, sin vocear la mercancía –por suerte no hay mercancías en la cultura– muestran modestamente su presencia. Es impresionante el silencio de la biblioteca y, sin embargo, ¡qué poblada está! Nunca estamos menos solos que cuando nos rodeamos de libros. El más insignificante (¿) volumen está presto para regalar su melodía a quien quiera percibirla. Maravillosa quietud y, no obstante, los libros no son muertos. Nada mas opuesto a un cementerio que la biblioteca. Cada libro, en su estante, aguarda con su caudal inmarcesible de palabras, ideas, juicios, relatos, sugerencias. Cada uno nos invita levemente, a ser su huésped durante unas horas. Todos brindan, graciosamente, remedios para algo... ¿Una botica", la biblioteca, para los males del hombre En ella se alinean soluciones de casi todas las preguntas; y todas las lacras sociales –la impiedad, la ignorancia, el embrutecimiento– pueden encontrar aquí su medicina. Y todos los venenos su triaca. (Claro está que cada libro reclama su lector, y que no todos los lectores están en condiciones de conocer el libro que necesitan. Pero ahí la misión de los bibliotecarios, verdaderos farmacopolas de la cultura).

Sobre todo, ¡que remedio la biblioteca en ciudades y pueblos, para este achaque de miopía que el ambiente –de que hablábamos al principio– nos induce! Vivimos entre las cuatro paredes de nuestras limitaciones sociales, profesionales, familiares, económicas; vivimos constreñidos, ligados a la circunstancia. ¿Qué pueden ver nuestros ojos en tan reducido ambiente?

El egoísmo –que es la miopía del espíritu– llegará indefectiblemente si no sabemos escapar, idealmente al menos, de nuestra situación. Yo no conozco medio mejor para la fuga que el libro, si no es el recurso religioso. Después del recinto del templo para el despliegue de nuestras ansias de eternidad, no hay lugar como el de la biblioteca: gimnasio que entrena y adiestra las facultades mentales. No puede mantenerse en forma a un pueblo que no sabe rezar y que desdeña el placer de leer.

lunes, 5 de mayo de 2008

ARTÍCULO DE MUÑOZ MOLINA EN EL PAÍS



Ida y Vuelta

DE UNA BIBLIOTECA A OTRA
Antonio Muñoz Molina

Una biblioteca pública no es sólo un lugar para el conocimiento y el disfrute de los libros: también es uno de los espacios cardinales de la ciudadanía. Es en la biblioteca pública donde el libro manifiesta con plenitud su capacidad de multiplicarse en tantas voces como lectores tengan sus páginas; donde se ve más claro que escribir y leer, dos actos solitarios, lo incluyen a uno sin embargo en una fraternidad que se basa en lo más verdadero y lo más íntimo que hay en cada uno de nosotros y que no tiene límites en el espacio ni en el tiempo. La lectura, los libros, empezaron siendo privilegio de unos pocos, herramientas de poder y de control de las conciencias. La imprenta, al permitir de pronto la multiplicación casi ilimitada de lo que antes era único y difícil de copiar, hizo estallar desde dentro la ciudadela hermética de las palabras escritas, alentando una revolución que empezó por reconocer en cada uno el derecho soberano a leer la Biblia en su propia lengua y en la intimidad de su casa, sin la mediación autoritaria de una jerarquía. Gentes que leían libros albergaron ideas inusitadas: que el mérito y el talento personal y no el origen distinguían a los seres humanos; que todos por igual tenían derecho a la instrucción, a la libertad y a la justicia.

La escuela pública, la biblioteca pública, son el resultado de esas ideas emancipadoras: también son su fundamento. Con egoísmo legítimo uno compra un libro, lo lee, lo lleva consigo, lo guarda en su casa, vuelve a leerlo al cabo de un tiempo o ya no lo abre nunca. En la biblioteca pública el mismo libro revive una y otra vez con cada uno de los lectores que lo han elegido, multiplicado tan milagrosamente como los panes y los peces del evangelio: un alimento que nutre y sin embargo no se consume; que forma parte de una vida y luego de otra y siendo el mismo palabra por palabra cambia en la imaginación de cada lector. En la librería no todos somos iguales; en la biblioteca universitaria el grado de educación y la tarjeta de identidad académica establecen graves limitaciones de acceso; sólo en la biblioteca pública la igualdad en el derecho a los libros se corresponde con la profunda democracia de la literatura, que sólo exige a quien se acerca a ella que sepa leer y sea capaz de prestar una atención intensa a las palabras escritas. En el reino de la literatura no hay privilegios de nacimiento ni acreditaciones oficiales, ni jerarquías de ninguna clase ante las que haya que bajar la cabeza: nadie tiene la obligación de leer una determinada obra maestra; y no hay libro tan difícil que pueda ser inaccesible para un lector con vocación y constancia. Pomposos catedráticos resultan ser lectores ineptos: cualquier persona con sentido común es capaz de degustar la más delgadas sutilezas de un libro. En el cuarto de trabajo o de estudio con frecuencia uno está demasiado solo: en la biblioteca pública se disfruta un equilibrio perfecto entre el ensimismamiento y la compañía, entre la quietud necesaria para la lectura y la grata conciencia de la vida real que sigue sucediendo a nuestro alrededor.

Los barrios de Nueva York están punteados de sucursales de la gran Biblioteca Pública de la quinta Avenida. El edificio central tiene una escala imponente: los mármoles, la escalinata, las columnas, los dos grandes leones benévolos. Las bibliotecas de barrio son mucho más modestas en apariencia, pero no esconden menos tesoros, y son igual de acogedoras. La que yo visito casi cada mañana está en una zona de pequeños negocios puertorriqueños, de peluquerías rancias de caballeros, de puestos de frutas del Caribe, de casas de comidas baratas que tienen nombres como La Caridad o La Flor de Mayo. El trámite para hacerse socio dura unos cinco minutos y es gratis. Con su tarjeta uno puede solicitar cualquier libro, disco o película y en unos pocos días le avisarán de que puede ir a recogerlo. Pero para entrar en la biblioteca y pasarse en ella las horas no hace falta ni siquiera una acreditación, en una ciudad donde hay tantas barreras de seguridad que puede ser tan inhóspita para el que no tiene dinero. A mi alrededor, en las otras mesas de la biblioteca, hay universitarios obsesivos que han venido a estudiar y jubilados que leen tranquilamente el periódico, un chico que mueve la cabeza y los hombros al ritmo de la música que escucha en el iPod mientras sonríe para sí leyendo una novela gráfica, una muchacha asiática sumergida en una biografía de Virginia Woolf, una abuela a la que una empleada le enseña con ilimitada paciencia cómo acceder a su cuenta de correo electrónico en la fila de ordenadores de la sala, una mujer demente que se ha sentado cerca de mí dejando caer sobre la mesa, como si fuera una lápida, un diccionario enorme de psiquiatría.

Yo leo, trabajo, miro el correo, escribo alguna postal, gustosamente solo y a la vez acompañado, mecido por el rumor cauteloso de la gente. Vengo a trabajar en una biblioteca pública y me acuerdo siempre de la primera que conocí, en la que empecé a educarme, tan lejos ahora y tan presente en la memoria, la biblioteca municipal de Úbeda, que descubrí cuando tenía unos doce años. La mirada infantil, como la poesía épica, agranda los lugares, magnifica las cosas: yo nunca había visto salas tan grandes, estanterías llenas de libros que llegaban a los techos, sumergidas parcialmente en una penumbra en la que brillaban con intensidad misteriosa las lámparas bajas sobre las mesas de lectura. En cualquier otro lugar mis deseos y mis aficiones estaban limitados por la falta de dinero: en la biblioteca yo era un potentado. Fuera de allí las cosas pertenecían a alguien, casi siempre a otro: en la biblioteca eran mías y a la vez de todos. No existe mejor escuela de ciudadanía.

Sin aquella biblioteca hoy yo no estaría en ésta. Y como ahora las palabras pueden viajar tan instantáneamente como vuelven a la conciencia las imágenes del pasado remoto, cuando abro el portátil para mirar el correo encuentro un manifiesto en defensa de la biblioteca municipal de Úbeda, dañada por el abandono, por esa idea festera y despilfarradora que tiene cualquier política cultural en España, donde no hay límite para el gasto público a condición de que éste sea superfluo. Cualquier municipio español gasta millones en contratar artistas de moda o alentar paletadas vernáculas: pero en una pequeña biblioteca no hay dinero para comprar libros, y si lo hubiera no quedaría espacio donde mostrarlos; cada vez existirá menos la posibilidad de que alguien encuentre en ella el refugio y la iluminación de los libros; de que un niño fantasioso entre en la biblioteca pública como Simbad en la gruta del tesoro. Pongo mi firma al pie de ese manifesto de ciudadanos ilustrados y por un momento la lejanía no existe y la mesa de lectura en la que estoy sentado pertenece a aquella biblioteca que no he pisado en tantos años.
Publicado en EL PAÍS (Babelia) el 3 de mayo de 2008

lunes, 28 de abril de 2008

LISTADO DE APOYOS DEL MANIFIESTO

Queremos hacer público el listado completo de instituciones y personas que han suscrito el Manifiesto en Defensa de la Biblioteca "Juan Pasquau". Es una mínima muestra de agradecimiento en nombre los miles de ciudadanos de todas las edades que día tras día llenan de vida la Biblioteca. Vaya también este agradecimiento para las web y blogs que se han sumado a esta iniciativa, haciendo posible que el eco de este Manifiesto haya llegado muy lejos. Pero, nos preguntamos, ¿habrá llegado a los despachos a los que tenía que llegar para que mejore la Biblioteca?

ANTONIO MUÑOZ MOLINA ( Académico de la Lengua, escritor)

REVISTA "IBIUT", CASA DE ÚBEDA EN MADRID, COFRADÍA DE JESÚS NAZARENO, ASOCIACIÓN CULTURAL "ALFREDO CAZABÁN LAGUNA", PEQUEÑO TEATRO UBETENSE, ASOCIACIÓN DE ARTESANOS DE ÚBEDA, ASOCIACIÓN CULTURAL "PLAZA VIEJA", PROGRAMA "LA LIBRERIA" – RADIO UBEDA (Programa Cultural – Multimedia Jiennense/Cadena SER), ASOCIACIÓN CULTURAL COFRADE AMIGOS DE LA SEMANA SANTA – EL SUDARIO, ASOCIACIÓN CULTURAL Y DE ESTUDIOS JAMILENUDOS (Jamilena)

MIGUEL PASQUAU LIAÑO (Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, escritor), JUAN JOSÉ ALMAGRO GARCÍA (Presidente de la Casa de Úbeda en Madrid, Presidente de la Fundación "Antonio Gala", Director General de Comunicación y Responsabilidad Social de MAPFRE), RAFAEL BELLÓN ZURITA (Cronista Oficial de la Ciudad, catedrático de Secundaria), RAMON MOLINA NAVARRETE (Maestro, escritor, poeta), GINÉS DE LA JARA TORRES NAVARRETE (Historiador, Hijo Adoptivo de Úbeda y Torreperogil, Cronista Oficial de Sabiote y Torreperogil), JUAN RAMÓN MARTÍNEZ ELVIRA (Presidente de la Asociación Cultural Ubetense «Alfredo Cazabán Laguna»), ANTONIO ALMAGRO GARCÍA (Profesor de Magisterio, historiador), JOAQUÍN MONTES BARDO (Catedrático de Secundaria, investigador), AURELIO VALLADARES REGUERO (Catedrático de Secundaria, investigador), JOSÉ BIEDMA LÓPEZ (Director del IES "Francisco de los Cobos" de Úbeda, filósofo), ALBERTO SANFRUTOS (Presidente de la Asociación "Plaza Vieja"), DIEGO MARTÍNEZ MARTÍNEZ (Director del Archivo "Manuel de Falla" de Granada), MARÍA DOLORES LIAÑO PEDREIRA (Directora del Archivo y Biblioteca Provincial de La Coruña), MANUEL JURADO LÓPEZ (Escritor, ganador del I Premio de Poesía "San Juan de la Cruz–Ciudad de Úbeda), MARÍA SANZ (Escritora, ganadora del II Premio de Poesía "San Juan de la Cruz–Ciudad de Úbeda), JUAN PASQUAU LIAÑO (Médico), MANUEL MADRID DELGADO (Politólogo, escritor), EUGENIO SANTA BÁRBARA MARTÍNEZ (Maestro, webmaster de ubedaenlared.com), JUAN ENRIQUE GARCÍA-BLANCA ROA (Dramaturgo), PEDRO MARIANO HERRADOR MARÍN (Investigador), ALBERTO ROMÁN VÍLCHEZ (Periodista), VICENTE RUIZ GARCÍA (Profesor de Secundaria, historiador), MARÍA JOSÉ ACOSTA ARZA (Profesora de Secundaria), RAMÓN BELTRÁN ALMAZÁN (Asociación Cultural Alfredo Cazabán Laguna), FRANCISCO JAVIER TORRES LÓPEZ (Funcionario), FRANCISCO JAVIER GRANERO LÓPEZ, PABLO JESÚS LORITE CRUZ (Licenciado en Humanidades y doctorando), CARLOS JAVIER GÓMEZ BERLANGA (Informático), VICENTE MIGUEL RUIZ FUENTES (Doctor en Historia del Arte, investigador), PABLO RUIZ CASADO (Funcionario judicial), ÁNGELES FUENTE DEL RÍO, DIEGO DE LA CRUZ MARTÍNEZ LÓPEZ (Funcionario), JUAN ANDRÉS ORTEGA NAVARRO, JOSÉ RUIZ QUESADA (Catedrático de Tecnología – IES "Los Cerros"), JUAN NAVARRETE GONZÁLEZ (Funcionario), MANUEL RUIZ RAMOS (Informático, empresario), BLAS MOLINA REYES (Historiador del Arte, investigador), JOSEFA RAMÍREZ ARANDA, ANTONIO MANUEL MEDINA GÓMEZ (Recepcionista, diplomado en Magisterio, escritor), FRANCISCO SALIDO EXPÓSITO (Oficial Administrativo), JOSE MANUEL ALMANSA MORENO (Profesor Ayudante Doctor del Dpto. Patrimonio Histórico, Universidad de Jaén), Mª CONSUELO DÍEZ BEDMAR (Profesora), MANUELA MILLÁN SANJUÁN (Psicóloga), JOSÉ CARLOS GUTIÉRREZ PÉREZ (Presidente de la Asociación Cultural y de Estudios Jamilenudos ASCUESJA), TOMÁS RODRÍGUEZ PEÑAS (Vexilólogo), FEDERICO JOSÉ HERAS DELGADO (Informático), FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ AYLLÓN (Abogado), JOSÉ LUIS LATORRE BONACHERA (Director del Museo Arqueológico de Úbeda), ELENA MONTEJO PALACIOS, MANUEL CONTRERAS GALLEGO (Profesor de Magisterio), DANIEL AMARO MESA (Administrador de www.ubedadigital.com), JUAN ANTONIO SORIA ARIAS (Ubetense), ANTONIO DE LA BLANCA DE LA PAZ (Maestro), SILVIA RASÉ (Modista), M. CARMEN SANTIAGO D´ADDARIO (Funcionario), SOLEDAD GOMEZ CANO (Enfermera), PEDRO JOSÉ RUIZ RUIZ (Profesor), AGUSTÍN GARCÍA-CARO TORRENT (Jubilado), ALONSO CANO MEDEL, JUAN MANUEL ÁLVAREZ PÉREZ (Arquitecto Municipal del Ayuntamiento de Úbeda), ANDRÉS NOVA MOLINA (Funcionario), JOSÉ MARÍA BERZOSA SÁNCHEZ (Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la SAFA de Úbeda), FRANCISCO ARÁNEGA CASTILLA, SANTIAGO MUÑOZ DE LA TORRE (Agente Comercial), BEATRIZ ALONSO PRIETO (Becaria del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UAM), JOSEFINA MEIZOSO CARBALLO (Bibliotecaria), LUIS JUAN GÓMEZ (Funcionario), ANTONIO JOSÉ NAVARRO SORIANO (Oficial 1ª Mantenimiento, pintor industrial), ALFREDO BELLÓN CAZABÁN (Arquitecto Técnico), MANUEL EXPÓSITO MORENO (Director de Radio Úbeda), MÓNICA MENÉNDEZ GONZÁLEZ (Archivera), GUADALUPE NAVIDAD BEDMAR (Maestra), FELIPE TUDELA ZAFRA (Profesor de Primaria), JUAN ÁNGEL LÓPEZ BARRIONUEVO (Autónomo), CLARA ALMANSA MORENO (Trabajadora social), MARÍA ESTHER REAL MORENO (Maestra de Educación Infantil), ANTONIO MOYAR LÓPEZ (Ingeniero en Informática), CARMEN GUTIÉRREZ PÉREZ (Estudiante), JOSÉ LUIS LATORRE SALIDO (Profesor de Educación Física –Colegio Salesiano "Santo Domingo Savio" de Úbeda), ALFONSO DONOSO BARELLA (Maestro, C.E.I.P. "Juan Pasquau" – Úbeda), Mª ESTHER NAVARRO ARDOY (Estudiante), MARI CARMEN RÁEZ MADRID (Ama de casa), VÍCTOR PÉREZ CÁRDENAS (Director SAFA. Profesor de Historia), MARÍA LUISA CÁTEDRA OLIVARES (Ciudadana), Mª DOLORES TORRES PUYA (Funcionaria pública), FRANCISCO Mª MORENO RUIZ, FELISA DÍEZ LOBATO (Bibliotecaria de la Universidad de Santiago de Compostela), MERCEDES DEL VALLE (Técnico en museos), JUAN MANUEL CHICA CRUZ (Profesor de Enseñanza Secundaria, biólogo), FRANCISCO JAVIER BLANCO LOPEZ (Científico), JULIAN LAGUNAS POVEDA (Trabajador del Exmo. Ayto. de Úbeda), TOÑI BARCELÓ JIMÉNEZ (Personal laboral de la Junta de Andalucía), ENCARNA MORENO RUIZ (Bibliotecaria, Biblioteca Provincial de Jaén), ANTONIO BARRIONUEVO MARTÍNEZ, ANGUSTIAS MARTÍNEZ HARO (Administrativa y responsable de la Biblioteca Pública de Arjona), MERCEDES BELTRÁN ORTEGA (Ingeniero Industrial), CRISTINA TEJEDOR RODRIGUEZ (Investigadora), LUISA JIMÉNEZ DE LA BLANCA (Maestra de Audición y Lenguaje), JOSÉ MIGUEL CRESPO GONZÁLEZ (Gerente Editorial "El Olivo"), JUAN MANUEL BELLÓN DE LA CRUZ (Periodista), CARLOS MARTÍNEZ GONZÁLEZ (Diseñador Gráfico), ISABEL Mª MARTÍNEZ SÁNCHEZ (Directora de publicaciones de la Editorial "El Olivo"), LUIS JESÚS SABACA MARTÍNEZ, MANUEL MOLINA ALAMEDA (Asesor Técnico en Información y Referencia. Biblioteca Publica Provincial de Jaén), JUAN ALFREDO BELLÓN CAZABÁN (Profesor titular de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Granada), ANTONIO IBÁÑEZ VERA (Diplomado en Magisterio), JOSÉ JAVIER CUADRA GARCÍA (Fisioterapeuta), MERCEDES ORTEGA QUIRÓS (Enfermera), FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ REAL (Estudiante), JUAN JOSÉ BEBÉN PÉREZ (Guardia Civil), ANTONIO LUIS VALDIVIA PALAU (Profesor de Medias), JUAN ANDRÉS VALCÁRCEL CARRILLO (Licenciado en Administración y Dirección de Empresas), VIRGINIA DE ALBA QUIÑONES (Profesora de Lengua española), MIGUEL ÁNGEL DÍAZ QUESADA (Ingeniero Técnico Informático), JOSÉ GARRIDO RUS "TIZNAJO" (Artesano. Forja Santa María), CAROLINA LINARES SÁNCHEZ (Técnico de Turismo y Guía de Turismo), RAQUEL GUTIÉRREZ MEDINA (Bibliotecaria, Biblioteca Pública Provincial de Jaén), RAFAEL MARTÍNEZ CASTRO (Bibliotecario-Archivero. AHP Córdoba), ELVIRA BARBA RODRÍGUEZ (Auxiliar de Biblioteca), FERNANDO ALMANSA ALCALÁ (Director del Centro de Día para Personas Mayores de Úbeda), MARIBEL MORENO MENDOZA, JOSÉ GUTIÉRREZ LIÉBANA (Comerciante), MARÍA BELÉN DÍEZ BEDMAR (Profesora del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Jaén), FERNANDO GONZÁLEZ RAMÓN (Director de la Biblioteca Provincial de Jaén), FELISA LÓPEZ AGUILERA (Archivera-Bibliotecaria Municipal de Linares), ANTONIA TORRES LÉRIDA (Bibliotecaria), FRANCISCO NAVARRETE ORZÁEZ (Enfermero), JULIO BELTRÁN ORTEGA (Estudiante Ingeniería Técnica Industrial), SALVADOR MOLINA LÓPEZ-MARTELL (Delineante), EULALIA BELLÓN CAZABÁN (Conservadora-Restauradora de Documento Gráfico), JUAN MANUEL GARCIA SARMIENTO (Funcionario, licenciado en Informática), IGNACIO MANUEL JIMÉNEZ DÍAZ (Ingeniero Técnico en Informática), JOSÉ MARÍA SERRANO CHICA (Profesor en la Universidad de Jaén), FRANCISCO JAVIER MORENO QUESADA ( miembro de la Asociacion Fotográfica de Úbeda), CRISTÓBAL MATARÁN MARTÍNEZ (Profesor), JULIA SOTO POYATOS, CRISTINA MARTÍNEZ CARMONA (Biblioteca Pública Provincial de Jaén), JUAN IGNACIO CEACERO RUIZ (Actor), LUIS FORONDA GÓMEZ (Funcionario, escritor), MANUELA GARCÍA TAMARGO (Guía local), JOSÉ ARIAS RUIZ (Funcionario), FRANCISCO L. RUIZ FÚNEZ (Técnico de Gestión del Centro Andaluz de las Letras), GABRIEL BARBERO CONSUEGRA (Pedagogo), CARLOS GUTIÉRREZ GARCÍA-TORRES (Ayudante de Biblioteca de la BPE de Jaén), MARÍA DOLORES MORA SÁNCHEZ, JOSÉ ANTONIO RUIZ LA TORRE (Director B.P.M. "Miguel de Cervantes Saavedra" de Alcaudete), ADELA TARIFA FERNÁNDEZ (Vicedirectora del Instituto de Estudios Giennenses, Catedrática de Secundaria), SEBASTIÁN LOZANO MUDARRA, ANA ISABEL MARTÍNEZ GARCÍA (Investigadora en la Universidad de Valencia), JOSÉ ANTONIO RUEDA PRIETO (Bibliotecario), JUAN JURADO MARTÍNEZ (Profesor de Lengua y Literatura españolas), JUAN DE LA POZA PEREZ (Profesor de la Universidad de Jaén), MARÍA BAENA PEÑAS (Bibliotecaria), PEDRO JAVIER FERNÁNDEZ QUEVEDO, MANUELA GONZÁLEZ VIDAL, CATALINA MARÍA VICO MONTÁVEZ (Técnico Especialista Biblioteca), JUANA BELÉN PALOMARES RUIZ (Licenciada en Derecho), MERCEDES SOTO POYATOS, CLARA SÁNCHEZ MARÍN, JUANA CORRAL RUIZ (maestra en la Fundación Bobath de Madrid), MARÍA DOLORES RUS MOLINA (Documentalista- Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía), PATRICIA MARTÍN JARA (Jefe de Servicio), JUAN ANTONIO CHAMORRO BARRIENTOS, TANIA RUIZ GARCÍA (Licenciada en Bellas Artes), MARIANO VALCÁRCEL GONZÁLEZ (Maestro), CRISTÓBAL BELTRÁN ALMAZÁN (Profesor de Lengua y Literatura españolas), CÉSAR ROMERO PELEGRÍN, VICTORIA VANESSA RODENAS JURADO, JOSÉ ANTONIO PÉREZ MARTÍNEZ (Técnico Auxiliar de Bibliotecas – Ayuntamiento de Málaga), FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ POYATOS, CURRO PASQUAU LIAÑO (Médico), JUAN JOSÉ GORDILLO GARCÍA, GABRIEL BARBERO MONTESINOS (Estudiante de INEF – Administrador de ubedapadel.es), PEDRO RAMÓN ARIZA SÁNCHEZ (Profesor de Enseñanza Media en SA.FA. Úbeda), MARÍA JOSÉ LEIVA FERNÁNDEZ (Profesora de Lengua y Literatura), F. MARTÍNEZ CAÑADAS (Coordinadora Biblioteca Supramunicipal San Zoilo- Antequera), FRANCISCO LAULA GÓMEZ (Funcionario), JESÚS GARRIDO DE LA TORRE (Funcionario Administración de Justicia).

jueves, 24 de abril de 2008

DISCURSO DE JUAN GELMAN



Ayer, en el acto de entrega del Premio Cervantes, Juan Gelman pronunció un discurso memorable. Hondo, lleno de sentido, pleno de dolor: “Ahí está la poesía, de pie contra la muerte”. Esta frase resume todo el discurso, cuajado de reflexiones similares sobre la muerte, el sentido de la vida, el oficio de leer y el impulso de escribir o sobre la memoria como hecho ineludible para hacer justicia.

Recomendamos, encarecidamente, la lectura del discurso de Gelman. Pueden encontrarlo íntegro en http://www.juangelman.com

EDITORIAL DE RADIO ÚBEDA - DÍA DEL LIBRO

Hoy, 23 de abril, es el Día del Libro. Aprovechando que la producción literaria del autor es finita, pero, por el contrario, que el libro es inmortal, la UNESCO hizo coincidir la efeméride con la fecha aproximada de la muerte de Shakespeare, Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.

Los gestos conmemorativos siempre son loables, pero no garantizan la consolidación de los proyectos. En la provincia de Jaén, como en el resto del país, tanto leer como escribir suelen conducir al lamento, concluir en llanto. La mitad, cuanto menos, de la población reconoce que anualmente no maneja otro libro que el de Familia, y ya saben que la natalidad por estos pagos anda, desde hace años, de capa caída.

Toda iniciativa tendente al fomento de la lectura merece consideración y respaldo, aunque tantas veces suponga sembrar en tierra yerma. Ahora bien, lo que hoy se impone, lo que este 23 de abril debería suponer una apuesta decidida, unánime, sin fisuras, del mundo de la cultura jiennense, sería la dignificación universal de las bibliotecas públicas. Las bibliotecas de nuestros pueblos y ciudades no pueden ser las hermanitas pobres del presupuesto, no pueden ser recluidas, abandonadas en espacios inhóspitos, que lejos de invitar a prolongadas estancias, promueven la visita fugaz y presurosa.

Las bibliotecas públicas son la librería del pobre, el refugio de todo aquel que ansía saber más, el retiro del opositor y del estudiante, el paraíso del silencio o, en el peor de los supuestos, del hablar respetuosamente bajito. Las bibliotecas públicas deben nutrirse y renovarse, deben ser cada día más confortables.

Las bibliotecas, en muchos casos, están dejadas de la mano de Dios. Y mucho nos tememos que también, a la vista está, dejadas de la mano del hombre, del gobernante.

Las bibliotecas públicas, en días señalados como hoy, 23 de abril, merecen una atención especial.

Todo este tipo de anhelos que nosotros, modestamente, hemos querido compilar, compendiar, contener, en este Editorial. Y que el libro viva por siempre, pero que viva dignamente, en bibliotecas acogedoras, tecnificadas y modernas. Que así sea.

MANUEL EXPÓSITO

miércoles, 23 de abril de 2008

NOTICIA EN DIARIO IDEAL. 23 de abril




Más de la mitad de los volúmenes de la Biblioteca no cabe en sus estanterías

De sus 40.000 libros, 22.000 están almacenados y no se pueden consultar

Antonio Muñoz Molina ha suscrito un manifiesto en defensa del centro

ALBERTO ROMÁN

Hoy, 23 de abril, Día del Libro, la Biblioteca Municipal Juan Pasquau no está para muchas celebraciones. Son demasiadas las necesidades y deficiencias que hacen que este centro público no cumpla con los requisitos que debiera tener la biblioteca de una ciudad como Úbeda. Se trata de problemas que tienen que ver con el espacio y la organización de contenidos, y que no son de ahora, pues vienen de largo.

La Biblioteca Municipal está instalada en una sala situada en la planta baja del centro cultural Hospital de Santiago, bajo la torre izquierda. Dispone de algo más de 40.000 volúmenes (unos 34.000 para adultos y alrededor de 6.000 específicamente para público infantil). Pero no todos se pueden consultar pues, por la falta de espacio, algo más de la mitad (unos 22.000 libros) se encuentran apilados en una estancia superior de la torre, a la espera de que haya estanterías en las que ser colocados para estar disponibles al público. Paralelamente, en la planta baja hay habilitada otra sala-almacén, aunque en este caso los libros sí se pueden retirar.

Igual que hace 13 años

Así, con respecto al número de volúmenes se da una curiosa paradoja. El hecho es que desde su traslado desde la Casa de la Tercia al Hospital de Santiago, allá por 1995, la Biblioteca puede presumir de haber duplicado el número de libros registrados, pero a la vez la mitad de los disponibles actualmente no se pueden consultar por estar almacenados, con lo cual se puede decir que el centro está igual que hace trece años. Lo mismo ocurre con el servicio de hemeroteca: en la Biblioteca se pueden consultar periódicos de las últimas semanas, pero una vez que se acumulan, se hacen paquetes y son trasladados igualmente al almacén superior.

Siguiendo las recomendaciones de otros organismos y administraciones, la Biblioteca ubetense está muy por detrás de lo que sería deseable. Por ejemplo, la Unesco recomienda que se disponga de un libro y medio por habitante, con lo cual Úbeda (de unos 32.000 habitantes) debería tener en su Biblioteca alrededor de 48.000 volúmenes (estaría cerca de no ser porque más de la mitad no están disponibles). Y la Junta de Andalucía aconseja para una ciudad de la entidad de Úbeda una Biblioteca central de 800 metros cuadrados y una sucursal de 400 metros cuadrados, cuando la única existente no llega ni a las dimensiones de esta segunda.

Otras deficiencias

Con respecto a otras deficiencias relacionadas con el espacio, sería necesario diferenciar la zona de estudio y lectura de la zona infantil pues, en la actualidad, al no haber separación, a los niños se les dice continuamente que guarden silencio y ya son muy pocos los que acuden, con lo cual se pierde esta cantera de usuarios y lectores.

Asimismo, los 120 puntos de estudio y lectura que hay son escasos porque suelen estar ocupados al cien por cien, sobre todo en época de exámenes, por lo que sería necesario habilitar más o habilitar un área para lectura y consulta y otra sala para estudio. Y además de que los 7 puntos de acceso a internet disponibles son insuficientes por la gran demanda existente, 4 de ellos no están operativos desde hace tiempo. Finalmente, a todo ello hay que añadir que la Biblioteca Municipal no dispone de página web en la que colgar información y un índice de volúmenes para consulta, junto a otros servicios on-line de gran utilidad para los usuarios.

UN DOCUMENTO AMPLIAMENTE RESPALDADO

El prestigioso escritor ubetense Antonio Muñoz Molina se ha sumado al más de un centenar de nombres que ya suscriben un manifiesto en defensa de la Biblioteca Pública Juan Pasquau de Úbeda. Lo ha hecho desde Nueva York tras interesarse por la situación del centro y pedir alguna información al respecto.

El documento ha sido redactado por un grupo de ubetenses que solicitan una mayor atención para la Biblioteca a través de la página vbeda.com de la asociación Alfredo Cazabán. Y lo apoyan personas vinculadas a los ámbitos educativo, cultural, económico, político, social y judicial, algunas de ellas de gran relevancia, como es el caso de Muñoz Molina. Igualmente ha sido rubricado por diferentes colectivos y se le ha dado difusión a través de decenas de páginas web y foros. En este periódico aparece el texto íntegro en las páginas de opinión.

PROYECTO PENDIENTE

Ampliación.

Desde hace años existe un proyecto de ampliación de la Biblioteca en el que aún no se ha avanzado. La concejala de Cultura, Elena Rodríguez, manifestó ayer que la intención es acristalar y habilitar la galería superior que circunda el patio lateral del Hospital de Santiago por el que se accede a las actuales instalaciones, con lo cual se ganaría mucho espacio justo encima para puestos de lectura y estantes. Este proyecto, según dijo, se ideó durante el anterior mandato del PSOE, pero "se quedó en puertas" una vez que el PP entró en la alcaldía. Así, la idea ahora es retomarlo.

MUÑOZ MOLINA APOYA EL MANIFIESTO



Sí, el ubetense Antonio Muñoz Molina ha suscrito el Manifiesto en Defensa de la Biblioteca Pública "Juan Pasquau". Desde Nueva York remitió en la tarde de ayer un correo electrónico que textualmente decía: "Estimado amigo: me llega este manifiesto en defensa de la biblioteca pública de Úbeda y quiero firmarlo con toda convicción, porque a esa biblioteca le tengo muchísimo cariño."

Que el ubetense más universal se ponga a la cabeza de este Manifiesto es todo un honor para las decenas de ciudadanos que ya se han adherido al mismo. Pero también un toque de atención para los políticos que siguen ciegos y sordos en todo lo que tiene que ver con la Biblioteca. Esperemos que, ahora sí, el Manifiesto sirva para lo único que pretende: dignificar la Biblioteca Municipal de Úbeda.

martes, 22 de abril de 2008

MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA BIBLIOTECA


23 de abril. Día del Libro

MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL
"JUAN PASQUAU" DE ÚBEDA

El nivel cultural y cívico de una ciudad viene determinado por el trato que dispensa a su Biblioteca. La Biblioteca Pública es fundamental para crear cultura, porque no hay cultura si no existe amor al libro: el libro es la palabra que crea y la soledad que genera, el libro es el espíritu que se eleva y la aventura que se vive. En los libros está -fresca y palpitante- la vida y ellos son lo mejor de la cultura.

Cuando se pretende que las Bibliotecas Públicas sean un escenario más del cúmulo de espectáculos en que se ha convertido la cultura en nuestro país, hay que recordar que incluso reducida a un angosto e incómodo almacén de libros la biblioteca crece, se regenera y se recrea cada vez que un ciudadano acude a ella para ejercer el delicado y democrático derecho, igualitario y republicano, en que consiste la lectura. Ejerciéndolo es como mejor crecemos en nuestra condición de seres libres.

Por eso es imprescindible que los poderes públicos se impliquen en la Biblioteca. Los habitantes de esta ciudad, de todas las ciudades, tenemos un derecho fundamental de acceso a la cultura, porque así progresamos como ciudadanos. Pero no hay cultura allí donde la Biblioteca Pública gime en el olvido.

Quienes guardamos un entrañable recuerdo de nuestra primera visita a la Biblioteca Municipal, los que quisiéramos verla como buque insignia de la cultura de nuestra ciudad, asistimos atónitos al papel que se le ha reservado.

Mientras no han parado de gestarse hitos culturales -fatuos, festivos, fugaces y caros- la Biblioteca ha sido olvidada. La democracia ubetense no ha encontrado ocasión para dotar a la Biblioteca "Juan Pasquau" de la dignidad que merece. Sólo los espacios sobrantes, las migajas del presupuesto, los rincones del olvido. Siempre otros compromisos que cumplir, otras prioridades que atender, otras urgencias que sofocar: el libro y el sagrado espacio cívico de la Biblioteca no han importado demasiado a las corporaciones democráticas en los últimos treinta años.

Consideramos que ha llegado el momento de poner fin a esta situación. Ha llegado el momento de que la Biblioteca vea reconocida su dignidad, que es la dignidad del libro, la dignidad de la cultura. Ha llegado el momento de desalojar lo que sea para que la Biblioteca Municipal tenga el espacio que necesita. Ha llegado el momento de cambiar las prioridades. Ha llegado el momento de que el presupuesto municipal prime lo importante sobre lo vistoso. Y lo importante aletea en el silencio de la Biblioteca Municipal y en la soledad ante un libro abierto. Y lo importante es que la Biblioteca inunde los recuerdos de la infancia, ilumine los ensueños adolescentes, disipe las zozobras adultas y vertebre ese delicado equilibrio de hábitos, conductas, creencias y sueños que constituyen la cultura de un pueblo.

* * *

Suscriben este manifiesto varias asociaciones y colectivos de Úbeda y decenas de ciudadanos y ciudadanas ubetenses (y de otros lugares de España), representantes vivos de la sociedad civil, cansados del desprecio con el que el Ayuntamiento de Úbeda trata a la Biblioteca Municipal. Magistrados, profesores, catedráticos, funcionarios, escritores, poetas, amas de casa, autónomos, currantes de a pie o simples ciudadanos reivindican con su firma al pie de este Manifiesto una Biblioteca digna para Úbeda. La lista de adhesiones (que no para de crecer) pueden consultarla en http://www.vbeda.com/