miércoles, 23 de diciembre de 2009

TIEMPO DE TERNURA






Como no tenemos mejor manera de felicitarles la Navidad a todos los lectores de este blog y como a nosotros no nos avergüenza ni nos molesta hablar de Dios, ahí les dejamos unas bellísimas palabras de Juan Pasquau sobre estos días entrañables. FELIZ NAVIDAD.

El tiempo al fin y al cabo se compadece: es bueno. Avanza, pero da la ilusión de que regresa. “Regreso” es una palabra tranquilizante. Cualquiera, si no es un desarraigado, quiere volver, siempre, a algo. (“¿Volverás?”, preguntamos. Y sí; todo el mundo dice que volverá aunque no vuelva, aunque por piedad mienta. ¡Quién, al menos, no torna cada atardecer a su base tras la aventura o desventura diaria!)

El tiempo es irreversible, pero en vez de seguir la antipática línea recta se curva ciclos reparadores. Avanza, pero en espiral, intentando repetirse, imitándose. Por eso no hay días desconocidos, no hay amaneceres sin modelo. Lo original no abunda, porque la “novedad” no es nunca nueva. El sol de ayer es una copia anticipada del que iniciará mañana su carrera. Y, ¿qué son las estaciones sino el desagravio que el propio tiempo nos depara contra su propia andadura inexorable? Cada año, trescientas sesenta y cinco efemérides. Cada mañana, la seña de un quehacer y el santo de un recuerdo.

Así, es posible la esperanza. La esperanza frente al endurecimiento, frente a la mineralización de las cosas. Pensando en pesimista, este mundo –en el que entran las vidas de todos, las pasadas, las presentes y las futuras– da la sensación de un proceso de esclerosis. La edad (el mundo “está” cada día más joven, pero es mundo “es” cada día más viejo) está volviendo torpes los movimientos, ¡tan humanos!, de la ternura, del amor, de la comprensión diáfana. Ahora hay muchos “comprensivos” de gabinete, de laboratorio, afanados en cordialidades artificiosas, quizá porque se están secando las fuentes de la prístina bondad. Así se piensa en la hora pesimista, de la que Dios nos libre de caer en la tentación y, sin embargo, el tiempo nos devuelve periódicamente, precisamente en estos días, la ilusión de una ternura renovada. Es en la Navidad, fiesta que no pierde, a pesar de las ortopedias mundanizantes a que se la somete, su fina calidad de Mensaje.

Hace veinte siglos de aquella ternura de la Encarnación y el Nacimiento, de aquel empeño divino de iluminar por dentro al hombre. Si se persiste en seguir arguyendo en pesimista, habría que decir: “Señor, sin embargo, todo sigue aparentemente igual... El hombre se enamoró definitivamente de la tierra. Tú trajiste palabras demasiado limpias. El amor ha servido para nuestros discursos, para nuestra retórica, para nuestros convencionalismos: apenas para nuestras convicciones. No ha pasado de liviana asignatura de adorno. El hombre no cree en el amor, no lo ha estudiado de veras. Sobre todo, no se ha puesto a arar con el amor su propio corazón...”

Hace veinte siglos de aquella ternura. ¿Cederemos a la tentación escéptica? ¿Arrinconaremos a Dios como recuerdo?

No. No, porque esta vieja esclerosis, esta mineralización no es fatal; no es, como el tiempo, irreversible. No, porque Dios es Dios. ¿Por qué creer que la juventud ha muerto? En Roma acaba de promulgarse una nueva siembra.

Y, mirad, el tiempo tiene esto: cada año que se va nos lanza, antes de irse, un dardo de piedad; nos devuelve la consideración del misterio, como una invitación al regreso. He aquí nuestros días de ternura. Quizá una Navidad, no sabemos cuál, el mundo va a aceptar con voluntad firme su auténtico destino. No sabemos cuando, no sabemos cómo...

JUAN PASQUAU - ABC, 26 de diciembre de 1965

lunes, 21 de diciembre de 2009

LIBROS PARA NIÑOS Y PARA JÓVENES




El sábado pasado, el diario El País dedicaba su suplemento literario BABELIA a la literatura infantil y juvenil. Ciertamente la proximidad de la Navidad, con su inagotable carga de regalos, es una buena ocasión para promocionar con fines comerciales los libros “dedicados” a niños y jóvenes. Destacan en el especial el libro, precioso, de Maurice Sendak: Donde habitan los monstruos, una –y nunca mejor dicho– monstruosa joya que no debería faltar en la biblioteca de ningún niño, por la capacidad de evocar mundos que sus ilustraciones tienen. Pero más allá de eso –o sea: más allá del beneficio de las editoriales– lo verdaderamente importante es reflexionar sobre la importancia que para nuestros hijos tienen los libros. Y actuar en consecuencia, esto es, metiendo en su paquetón de regalos de Reyes uno o varios libros.

Para los padres que son lectores desde niños es fácil entender el valor inmenso que tiene el ofrecer a sus hijos la oportunidad de adentrarse en el mundo de los libros. Entre otras cosas porque saben que sólo de ese modo pueden ofrecerles la oportunidad de viajar a los lugares más recónditos del mundo, que son el fondo de los océanos y los volcanes o las selvas africanas, la oportunidad de transitar por las calles de Pompeya o por el Londres victoriano, la oportunidad de tener alas y volar o de convertirse en enano o gigante y derrotar a villanos y enamorar a princesas. Los padres lectores valoran ese tesoro y hacen bien en transmitírselo a sus hijos, porque es quizá lo mejor que podrán dejarles nunca, un mundo entero e intacto, que no se agota por muchos ojos que lo lean.

Los padres que no leen lo tienen más difícil en principio, porque tal vez no entiendan la magia de sentarse con un libro entre las manos mientras las horas pasan dibujadas en la cara feliz o preocupada, en función de las peripecias de los personajes. Pero tienen que hacer también ese esfuerzo para regalarles a sus hijos el milagro y el misterio y el don de la lectura.

Cómo sea, lo importante es que el 6 de Enero los Reyes Magos hayan dejado un libro, por lo menos uno, en el zapato de cada niño y de cada joven. Porque en un libro hay más aventuras y más pasión y más mundos y más diversión que en todos los juguetes juntos y más, por supuesto, que en las consolas y los ordenadores.

viernes, 18 de diciembre de 2009

PADRE INVIERNO




El “padre Invierno”. Lo simbolizan en un vetusto personaje de barba cana. Pero muy amable y con comprensiva sonrisa. Sin embargo, el invierno flagela. Diciembre castiga con vientos, heladas, lluvias, nieblas. Enero también. Febrero abre esperanzas azules entre sus nubes, pero es para que, luego, el chaparrón o el vendaval sea mayor, más intenso. Y marzo es terrible por sus coletazos... El invierno es bueno para los campos y malo para los pobres, se decía.

(...)

El Invierno es naturalmente Padre. Por eso no frivoliza jamás. Siempre enseña. El azul puro de enero es el más intenso de todos los azules. Y no hay Luna más limpia que la Luna de enero. Y ningunas mañanas exultan mejor que las radiantes de Navidad. Es, precisamente, porque antes, el Padre Invierno lava el Cielo y el Campo con la lluvia y lo purifica con los vientos y le trae escondida fertilidad y vida nueva bajo el mágico disfraz blanco de la nieve. La nieve –que no es “sudario”, sino manto germinal– trae además al suelo la ilusión de una inocencia perdida.

Y es que, a lo mejor, no está todo perdido. ¿Sigue el Invierno dando mazazos, y amorosamente flagelando, con sus “inclemencias”, precisamente para eso?

Hace frío. En el fondo el frío nos hace más felices, más íntimos, nos acerca más a nuestra condición. Es sano pasar frío. Siempre está luego el placer de calentarse. Lo menos natural es evitar de antemano y “a priori” el frío. Las calefacciones que quieren recibir nuestra incorporación a la vida cada mañana con un mimo, nos hacen, probablemente, no poco endebles de cuerpo y de espíritu. Mejor es flagelarnos cada amanecer con el agua fría. Pero una caricia termal, como la de la calefacción a todo gas, de entrada, nos asemeja a polluelos implumes. Es bueno el Padre Invierno que no quiere hijos mimados. Es bueno Dios que parece viejo, pero que vigila en las madrugadas gélidas, asomando su pureza entre el azul lejano de las crestas montañosas, o que ironiza –jugando a aparecer y esconderse– entre la hierba que rodea las torres de la ciudad.

Es bueno Dios que no se duerme y no se cansa de nosotros. Y, por eso, cada Diciembre nos trae con el frío, el regalo de su divinidad encarnada. Es lo que nos hace pensar que todo tiene todavía remedio.

El Padre Invierno, cariñosamente nos disciplina con su aparato de borrascas. En estos tiempos blandengues sabe castigar sabiamente, amorosamente, fértilmente. ¡Qué horrible sería una “eterna primavera”! Y qué cursi.

JUAN PASQUAU (Diario Jaén, 5 de diciembre de 1976)

jueves, 17 de diciembre de 2009

DOS LIBROS DEDICADOS


Desde el pasado día 10, la Biblioteca Pública Municipal "Juan Pasquau" cuenta con dos pequeños "tesoros" entre sus fondos. Se trata de dos ejemplares de La noche de los tiempos, especialmente dedicados por Antonio Muñoz Molina a la Biblioteca y a sus miles de usuarios.

Igualmente les informamos de que en la web de la Asociación "Alfredo Cazabán Laguna" (http://www.vbeda.com/) se ha creado un panel en el que, si así lo estiman oportuno y si fueron de los afortunados a los que nuestro paisano les dedicó un libro, podrán mostrar las palabras que Muñoz Molina les dedicó.

Les dejamos ya con las dedicatorias que figuran en los ejemplares de la Biblioteca Pública.




miércoles, 16 de diciembre de 2009

ENTREVISTA A MUÑOZ MOLINA



La cita es en el Parador de Úbeda. Antonio Muñoz Molina ha accedido a atender a este periódico en su ciudad natal, haciendo un hueco entre sus muchos compromisos familiares y sus no menos compromisos literarios propios de la publicación de una nueva novela, 'La noche de los tiempos'.

Ha llegado antes que yo, y disfruta del sosiego que reina en el patio porticado del palacio renacentista acompañado de cuatro personas. Curiosamente todos beben tónica. Por no desentonar pido otra. Jesús Cárdenas, director del Parador, le pide que firme en el libro de visitas del establecimiento. Manuel Madrid, encargado de presentar el libro en el acto organizado en Úbeda, le informa de que parece que van a restaurar el maltrecho Palacio de los Orozco que sirvió al Académico de la Lengua de escenario para su novela 'Beatus Ille'. «Había empezado a escribir planteando la historia en otro lugar, pero visité el edificio y me gustó, por lo que rápidamente organicé la mudanza», contesta el autor con una de esas sonrisas que no suele lucir en público.

Ruina

Por otro lado, Ramón Beltrán, responsable del Archivo Municipal, le pone al día, con pelos y señales, de las más que cuestionadas obras en la iglesia de Santa María. «Qué barbaridad», responde un atento y ya no tan sonriente Muñoz Molina al conocer ciertos detalles. Y Andrea Pezzini, empresario turístico, le cuenta que han puesto en marcha una ruta literaria para visitantes basada en sus libros. «Mucha ruina», apostilla el escritor recordando lo poco que se parecen ya muchos de los espacios de Úbeda a los que inmortalizó en su Mágina.

Sin ir más lejos, el tranquilo barrio de San Lorenzo en el que nació y se crió, hoy es una caja de resonancia plagada de jóvenes y coches que han fijado allí uno de sus centros de ocio nocturno. El ilustre vecino tuvo ocasión de comprobarlo en verano estando en la casa de la familia. Casi no pudo pegar ojo: «había más ruido allí que en mi apartamento de Nueva York». Entre Úbeda y Mágina discurrió nuestra charla, pasando por 'La noche de los tiempos'.

-Entiendo que presentar este libro en Úbeda tiene más que ver con el cariño que con los réditos editoriales.

-Me lo ofrecieron los amigos de la Asociación Cultural Alfredo Cazabán y me pareció buena idea. Hay una cosa importante, aparte de la relación de cariño con la ciudad y con las personas, que es reivindicar el trabajo de la gente que hace cosas sin depender de la administración. En España hay demasiada presencia de la política en las cosas. Cuando me invitaron, la única condición que puse fue que no quería un acto de naturaleza política, no por nada, sólo porque creo que la sociedad civil también debe tener su soberanía, y no puede estar continuamente dependiendo de la política.

-Además, es usted profeta en su tierra.

-Siempre he sentido a la gente muy cálida conmigo, y eso es muy alentador. No tengo conflicto alguno con mi ciudad natal. Al revés, tengo una relación de cariño muy grande con mucha gente de varias generaciones. Algunos eran niños o no habían nacido cuando yo empecé a publicar. Y eso a mi me conforta mucho y me da mucha alegría; ese calor y esa generosidad de la gente.

-En su calidad de ubetense, ¿cómo ve Úbeda desde fuera?.

-Se ve como el resto de España. No ha habido mucho cuidado con el patrimonio. España es un país muy maltratado en su paisaje urbano. Y Úbeda es una víctima más.

Dueños

-Al respecto, hace poco publicaba usted un artículo que titulaba 'Desolación de volver'. ¿Es para tanto?.

-Sí. Tenemos que entender que nosotros no somos los dueños del mundo, somos depositarios. Cada generación es depositaria de una herencia que le ha sido legada por una anterior y que tiene que transmitir a la siguiente. Aparte de monumentos, palacios e iglesias, recibimos un legado singular, un paisaje, una estructura de ciudad, un patrimonio de arquitectura popular, y hay que preguntarse qué le vamos a dejar a los que vienen detrás. También porque después nos van a pedir cuentas. Y luego, es preciso considerar que el cuidado del patrimonio y del paisaje es profundamente práctico y rentable. Lo que no es rentable es destruir y hacer algo que está en todas partes. Cuando viajas por Europa, ves que ha habido un talento extraordinario para conservar lo mejor, para modernizarse plenamente sin destruir nada, y sabiendo aprovechar el capital tremendo que tiene la singularidad de un sitio.

-Es decir, que no le gusta mucho lo que ve.

-La gente no va a venir a Úbeda a ver una urbanización horrorosa. Y una ciudad no es sólo cuatro monumentos. Es muchas más cosas: el paisaje que se ve al llegar a ella, el diálogo entre el pasado y el presente. Y yo me temo que eso ya no es algo específico de Úbeda. Lo específico de Úbeda es el volumen de la riqueza que había y su grado de deterioro.

-En esta ocasión visita la ciudad para presentar su trabajo más ambicioso. ¿Cómo está funcionando?.

-Estoy vagamente al tanto. Uno no debe preocuparse más de la cuenta de esas cosas. Aunque en el caso de un libro como este te sientes responsable ante el esfuerzo que la editorial está haciendo. Los sentimientos son encontrados: por una parte no quieres preocuparte, pero por otra tienes que preocuparte.

-Tengo entendido que en la editorial están contentos.

-Sí, y por tanto, yo también lo estoy. Aunque creo que un libro literario tiene que durar en el tiempo. Por su propia naturaleza tiene que tardar en calar. A mi, si me das la opción entre el éxito comercial inmediato o el éxito a largo plazo, evidentemente me quedo con lo segundo. Ese es el verdadero desafío. Mi primera novela salió hace casi 24 años, pero nunca ha dejado de estar en las librerías, y eso es lo que más satisfacción me da, lo que creo que es lo propio de lo literario.

-¿Por qué eligió un arquitecto para protagoinizar esta novela y no un escritor?.

-Fue casi por casualidad. No quería que fuera un escritor. Yo quería hacer un retrato de una España de la cual hay información, sobre todo, acerca de escritores. Pero en esa España había mucha más gente trabajando, y trabajando estupendamente. La Generación del 27 son poetas, pero en esa misma época había excelentes arquitectos, científicos, médicos, debido a una explosión de renovación del país que estaba en todos los campos.

Opciones

-Al escribir utilizando como contexto la Guerra Civil, ¿pensó en quién contentaría y en quién no?.

-No puedes pensar en eso. Tienes que hacer aquello que crees que tienes que hacer, porque además no tienes muchas más opciones. En este caso he intentado reflejar una vida en un momento particular de la historia de España. Si para contentar a unos tienes que decir que los señores de una de las partes fueron intachables y para contentar a otros tienes que decir lo contrario, yo pienso que ese no es problema mío. Es el problema de personas que tres cuartos de siglo después necesitan situarse a un lado o a otro de la trinchera.

-Me da la sensación de que tampoco contentará a mucha gente de izquierdas.

-En la novela se comentan muchas barbaridades, cometidas en nombe de unas ideas o en nombre de otras, pero todas esas barbaridades están documentadas. Las fuentes morales de la novela son escritores vinculados a la izquierda, pero eso no implica ser indulgente con los crímenes cometidos en nombre de la izquierda.

-¿Cree que nos han contado la historia tal y como fue?.

-La historia está contada estupendamente, pero hay dos niveles distintos. Por un lado está el nivel de la investigación histórica y de los testimonios personales, y a otro nivel está la diatriba política de los últimos años. En el primer nivel, la historia está muy bien contada, y hay bastante acuerdo.

-Pues yo tengo un hermano de 22 años al que todo esto de la Guerra Civil le suena a poco menos que a chino.

-Eso es muy malo. Y quizá no se haya sabido contar, cuando es muy importante conocer la historia. El problema de no conocerla es que puedes ser fácilmente víctima de los manipuladores de la historia, que actúan continuamente desde la política.

-¿La Ley de Memoria Histórica pondrá cada cosa en su sitio?.

-Eso es muy complicado. Estaría bien que se estableciera un relato oficial de lo que ocurrió, hecho por historiadores, que contara las causas, el desarrollo y el resultado. Eso ya está en los libros de historia, pero no se ha oficializado. Y además hay actualmente una grave irresponsabilidad política al utilizar la historia como arma arrojadiza.

-¿Merece la pena remover fosas como pretenden hacer con la de Federico García Lorca?.

-También es muy complicado, porque intervienen distintas voluntades. Comprendo perfectamente la posición de la familia y comprendo que haya quienes quieran encontrar los restos de sus seres queridos. Pero creo que no se debe hacer. Algo ha estado profundamente equivocado para que se llegue a este punto, a esta disputa. Me parece de mal gusto.

-¿Piensa ya en su próximo proyecto?.

-No. Ahora busco un tiempo de tranquilidad. Escribir está muy bien, pero no escribir también.

-¿Volverá a escribir sobre Mágina?.

-Nunca se sabe, pero probablemente.

ALBERTO ROMÁN (Ideal, 12 diciembre 2009)

jueves, 10 de diciembre de 2009

MULTITUDES PARA MUÑOZ MOLINA



El escritor y Académico presentó en Úbeda 'La noche de los tiempos', su nueva novela.

El escritor ubetense y Académico de la Lengua, Antonio Muñoz Molina, se dio anoche un baño de multitudes en su ciudad natal. Llegó para presentar 'La noche de los tiempos', su nueva novela. Y el acto, organizado por la Asociación Cultural Alfredo Cazabán Laguna de la localidad, en colaboración con la editorial Seix Barral, superó con creces todas las expectativas. No en vano, se iba a desarrollar en el salón de actos del Hospital de Santiago y finalmente se trasladó al auditorio del citado centro cultural, que también se quedó pequeño pues no cabía ni un alfiler. Incluso los asientos de los laterales y el coro estaban ocupados en su totalidad, y al final de la sala muchas personas tuvieron quedarse en pie.

Tímido

Aunque se considera profeta en su tierra y sabe que en Úbeda tiene muchos lectores, él no esperaba tanto. Pero le supo a gloria. No obstante, tímido como es, no pudo evitar bajar la cabeza cuando ocupó la mesa del escenario y fue recibido con un unánime aplauso. Eso sí, lució una sonrisa de satisfacción que mantuvo posteriormente cuando empezó a reconocer caras familiares entre la concurrencia.

No era para menos esta masiva respuesta, pues presentar su último libro ante sus paisanos fue todo un detalle, una deferencia alejada de cualquier tipo de rédito editorial, aunque cabe señalar que se agotaron todos los ejemplares de 'La noche de los tiempos' que se pusieron a la venta en la entrada. Hubo quienes se los llevaron a pares. Tal y como reconoció minutos antes a IDEAL, no dudó en aceptar la invitación de la Asociación Cultural Alfredo Cazabán Laguna. Sólo puso una condición: que no se convirtiera en un acto político, pues prefería una convocatoria movida por un grupo de ciudadanos comprometidos con la cultura y con su ciudad. Y así fue.

'La noche de los tiempos' lleva en las estanterías de las librerías desde el pasado 11 de noviembre, y acumula unas cifras de ventas muy favorables. Aunque el propio Muñoz Molina dijo a esta redacción estar «vagamente al tanto» de estos datos, ya que le interesa más que un libro dure en el tiempo, que permanezca en las librerías, como ocurre con todas sus obras anteriores, incluso la primera publicada hace ahora 24 años. «Si me dan a elegir entre el éxito comercial inmediato o a largo plazo, me quedo con lo segundo», comentó.

Mil páginas

Todo apunta a que así ocurrirá con 'La noche de los tiempos'. Consta de casi mil páginas y se la considera la más ambiciosa creación narrativa del autor ubetense. Así, los críticos aventuran que pasará a la historia como una de las grandes novelas en español sobre la Guerra Civil y el exilio. Narra las vicisitudes del arquitecto Ignacio Abel, su amor imposible, su horror ante los sucesos españoles y su marcha a Estados Unidos en el año 1936. Durante la recta final de su viaje, tras escapar de España vía Francia, recuerda la historia de amor clandestino con la mujer de su vida y la crispación social y el desconcierto que precedieron al estallido del conflicto fratricida. Se trata de una novela en la que, desde esa visión coral del pasado, el autor opone la necesidad personal de amar y ser amado a la sangrienta espiral de odio provocada por los fanatismos religiosos e ideológicos.

El acto comenzó con unas palabras de bienvenida de Juan Ramón Martínez Elvira, presidente de la asociación organizadora, y la introducción a la novela corrió a cargo del colaborador y columnista de IDEAL, el también ubetense Manuel Madrid Delgado, quien aseguró que la talla y valoración de esta obra «crecerán a medida que pasen los años». Además consideró que Muñoz Molina mira la realidad de 1936 «con una capacidad de comprensión hacia sus personajes que llega a estremecernos, porque esa mirada no elude el horror y la barbarie».

También dijo que se trata de un libro valiente, «porque se atreve a decir cosas que en este país muy poca gente había dicho antes». Y por ello lo calificó de necesario, «porque era justo ahora, que nos quieren hacer creer que todos los fusilados y asesinados por los nacionales son mártires de la democracia y la libertad, cuando alguien tenía que decir que eso no es cierto».

Por su parte, el autor desgranó sus intenciones con esta novela de amor ambientada en el año previo al inicio de la Guerra Civil española, cuya trama es ficticia aunque no su contexto, muy bien documentado. No en vano, por ella transitan personajes reales (como Negrín, Moreno Villa o Bergamín) que junto a los creados por él tejen una red colectiva que contextualiza la vivencia personal de un solo individuo y que convierte la narración en una sinfonía de asociaciones y sugerencias, en la caja de resonancia de toda una época. Además, se mostró agradecido por el recibimiento y contento de estar en Úbeda.

“Leer es el único acto soberano que nos queda”.

Para finalizar el acto, y antes de que Antonio Muñoz Molina atendiera pacientemente a una masa de lectores ubetenses que querían su firma en uno de los ejemplares de 'La noche de los tiempos', la Asociación Alfredo Cazabán le obsequió con una acuarela del pintor local Antonio Espadas en la que aparece el Palacio de los Orozco (escenario de su novela 'Beatus Ille').

Asimismo, como agradecimiento por su presencia en Úbeda, el colectivo le entregó una pieza de cerámica de Juan Pablo Tito con una frase del propio escritor: «porque leer es el único acto soberano que nos queda». Y previamente, los miembros de la Asociación Plaza Vieja le entregaron al escritor una placa como reconocimiento por su compromiso con el patrimonio ubetense, demostrado en muchas ocasiones.
ALBERTO ROMÁN (Diario Ideal)

miércoles, 9 de diciembre de 2009

HOY, CITA CON MUÑOZ MOLINA



Esta tarde, a las 20:30 horas, nuestro paisano Antonio Muñoz Molina presentará en el Auditorio del Hospital de Santiago su última obra La noche de los tiempos, una monumental novela que narra la vida de Ignacio Abel durante los meses previos a la Guerra Civil y durante las primeras semanas de ésta. Ignacio Abel es un arquitecto racionalista y moderno, afiliado al PSOE y la UGT, dentro de los cuales se encuadra junto al sector democrático y moderado –y minoritario– de Besteiro, Prieto, de los Ríos o Negrín, que vive una historia de amor con Judith Biely. Esta historia de amor, que lleva a Abel a abandonar a su familia y su país, atraviesa toda la novela, en la que hay capítulos verdaderamente memorables, que nos permiten acercarnos con una viveza casi física a los días horribles de la Guerra Española.

La expectación levantada en la ciudad y en gran parte de la provincia por la presencia en el Hospital de Santiago del prestigioso escritor es grande. No en vano, Antonio Muñoz Molina sigue siendo profeta en su tierra, como demuestra la repercusión que tuvo un artículo suyo publicado en El País el primer sábado de septiembre, en el que se dolía por el grado de deterioro que sufre el patrimonio histórico y artístico de la ciudad como consecuencia de la venalidad e incompetencia políticas. Muestra del interés despertado por este importantísimo acto cultural, son las páginas especiales que hoy le dedica el Diario Ideal a Antonio Muñoz Molina, en las que destacan artículos de José Biedma López, Miguel Pasquau Liaño, Rafael Bellón Zurita, Juan Ramón Martínez Elvira y Manuel Madrid Delgado.

Por último, cabe destacar que este acto cultural, con entrada libre, ha sido organizado por la Asociación Cultural “Alfredo Cazabán Laguna”, y en él intervendrán, además de Muñoz Molina, Manuel Madrid Delgado y Juan Ramón Martínez Elvira.

viernes, 20 de noviembre de 2009

HABLA MUÑOZ MOLINA


Dejamos aquí el enlace con el vídeo en el que Antonio Muñoz Molina explica en su despacho el proceso de creación de su última novela, La noche de los tiempos, que desde ayer está a la venta en todas las librerías de España y que será presentada en Úbeda por el autor el 9 de diciembre, en un acto organizado por la Asociación "Alfredo Cazabán".

http://www.elpais.com/videos/cultura/BABELIA/939/casa/Antonio/Munoz/Molina/elpepucul/20091120elpepucul_1/Ves/

viernes, 13 de noviembre de 2009

MUÑOZ MOLINA EN ÚBEDA



El escritor ubetense y Académico de la Lengua, Antonio Muñoz Molina, presentará próximamente en Úbeda su nueva novela, titulada La noche de los tiempos, que ha sido editada por Seix Barral. La cita será el día 9 del próximo mes de diciembre, miércoles, a partir de las ocho y media de la tarde, en el auditorio del centro cultural Hospital de Santiago.

La novela está recién salida del horno, pues lleva a la venta desde el pasado miércoles, 11 de noviembre. Consta de casi mil páginas y ya se la considera la más ambiciosa creación narrativa del autor ubetense. Así, los críticos aventuran que pasará a la historia como una de las grandes novelas en español sobre la Guerra Civil y el exilio.

Año 1936

No en vano esta obra narra las vicisitudes del arquitecto Ignacio Abel, su amor imposible, su horror ante los sucesos españoles y su marcha a Estados Unidos en el año 1936. Durante la recta final de su viaje, tras escapar de España vía Francia, recuerda la historia de amor clandestino con la mujer de su vida y la crispación social y el desconcierto que precedieron al estallido del conflicto fratricida.

Según la sinopsis ofrecida por la editorial, La noche de los tiempos es una gran novela de amor ambientada en el año previo al inicio de la Guerra Civil española. Por ella transitan personajes reales (como Negrín, Moreno Villa o Bergamín) y personajes de ficción, tejiendo una red colectiva que contextualiza la vivencia personal de un solo individuo y que convierte la narración en una sinfonía de asociaciones y sugerencias, en la caja de resonancia de toda una época.

Este libro es el máximo empeño literario de Antonio Muñoz Molina, y, sin duda alguna, un texto único sobre las raíces de la sociedad actual. Se trata de una novela en la que, desde esa visión coral del pasado, el autor opone la necesidad personal de amar y ser amado a la sangrienta espiral de odio provocada por los fanatismos religiosos e ideológicos.

El acto

El acto de presentación en Úbeda ha sido organizado por la Asociación Cultural Alfredo Cazabán Laguna de la localidad en colaboración con la editorial Seix Barral. Antonio Muñoz Molina estará acompañado en la mesa por el colaborador y columnista del diario Ideal, el también ubetense Manuel Madrid Delgado, quien será el encargado de presentarlo, y por Juan Ramón Martínez Elvira, presidente de la asociación organizadora, que cerrará el acto.

La visita del escritor a Úbeda ha despertado cierta expectación y no sólo por el aspecto literario. Y es que, en la mente de muchos ubetenses está aún el artículo que publicó hace sólo unas semanas en un periódico de tirada nacional, en el que mostraba la tremenda desolación que sentía al visitar su ciudad, por las muchas obras, no siempre certeras, llevadas a cabo últimamente en calles y plazas.

ALBERTO ROMÁN

jueves, 23 de abril de 2009

23 DE ABRIL: DÍA DEL LIBRO



Para muchas personas, en muchos lugares del mundo, hoy es un día importante: se celebra el Día del Libro, sin duda la cita cultural más importante del año. Porque en el libro y en la lectura no caben engaños, ya que en ellos la persona se sitúa frente a frente, sin intermediarios, con su conciencia, con su realidad, con sus posibilidades de crecer y acrecentarse. En el libro no hay espectáculo, en la lectura no hay exhibición: nunca ninguna creación humana ha hecho tanto por la libertad de conciencia y de pensamiento como el libro, y estamos convencidos en este día señalado de que el libro es el único enemigo que aún le queda por vencer al poder y a la estupidez, ese imperio de los políticos. ¿Cuánto le debe la humanidad al libro, a la palabra escrita, a la lectura? Mucho, casi todo. Desde luego lo mejor que es. José Luis García Martín ha señalado, acertadamente, que los libros son la más alta expresión de la vida y que los libros multiplican el mundo. Es verdad, y por eso un día como el de hoy, dedicado a los libros, al libro, es una fiesta de la palabra y por ende una fiesta del hombre. Celebrémoslo acercándonos a las librerías, regalando libros y rosas, acudiendo a las maltrechas bibliotecas públicas a rebuscar entre sus estanterías aquella joya que nos emocionó cuando, teniendo diez u once años, comenzamos nuestra aventura vital como lectores. Pero sobre todo celebremos este día en nombre de los que no pueden celebrarlo porque no tienen libros, porque no saben leer, porque en sus países el libro está perseguido o, sencillamente, porque prefieren mantenerse en la idiotez de los que no leen por pereza.


jueves, 15 de enero de 2009

16 DE ENERO: PRESENTACIÓN DE UN LIBRO



El viernes, día 16, a las 20 horas tendrá lugar en el Hospital de Santiago de Úbeda la presentación del libro titulado “La comunidades conversas de Úbeda y Baeza en el siglo XVI”, del que es autor el giennense Pedro Andrés Porras Arboledas.

Se trata de una importante recopilación de documentos conservados en el Archivo Municipal de Úbeda, junto con otros del Archivo de Baeza, que sirven al autor para trazar con determinación algunos rasgos de la comunidad conversa en nuestra ciudad. A falta de fuentes directas, puesto que el material que se conserva sobre estas comunidades en la provincia de Jaén es fragmentario y disperso, describe, utiliza y defiende un método concreto de identificación que ya propuso en 1993 y que él mismo denomina como indiciario.

El autor, Doctor en Filosofía y Letras y Licenciado en Derecho, es profesor titular de Historia del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Director del Centro de Documentación del Instituto de Metodología e Historia de la Ciencia Jurídica de la Facultad de Derecho de la UAM.

La obra, que ha sido editada por el Instituto de Estudios Giennenses en la colección Estudios, aparece en un momento en que hay una ruidosa controversia sobre el origen y naturaleza de los hexagramas o estrellas de David conservados en algunas de las casas medievales de Úbeda.

La presentación correrá a cargo de Ramón Beltrán Almazán, Archivero-Bibliotecario del Ayuntamiento de Úbeda.